Rubearth, bajo ese nombre se encuentra el proyecto del diseñador venezolano, Gabriel Nogueiras. Una firma consciente y sostenible que, pese a ser creada hace apenas un año, ya ha conseguido distinguirse del resto. Su colección 'Fat man', nombrada e inspirada en las bombas atómicas, busca teletransportarnos al momento posterior de la explosión en la ciudad de Nagasaki a través de los tejidos y diseños presentados. Una colección premiada con el galardón Mercedes Benz Fashion Talent.
Ahora, tras este reconocimiento, Gabriel cuenta a EL ESTILO cuáles son sus planes de futuro, la proyección de su marca y cómo fue el proceso creativo de esta colección.
Gabriel, apenas han pasado unas semanas desde que tu colección resultase ganadora de la Fashion Week Talent, ¿cómo te sientes?
Muy contento y agradecido. Aún estoy con la resaca emocional. En ese primer momento fue algo completamente maravilloso. Un reconocimiento a todo el trabajo que había estado haciendo durante un año. Estoy muy contento de ver que el trabajo ha dado sus frutos.
No obstante, a pesar de llevar un año con tu marca, ya te presentaste al certamen el año pasado…
Efectivamente. Yo empecé en el mundo retail hace unos nueve años, trabajando en diferentes empresas hasta que, bueno, decidí dar un salto al vacío y crear para mí y para mi concepto de marca.
Yo me había presentado la temporada pasada y había sido muy positiva la experiencia y, ahora, ganar... Me propuse hacerlo mejor, a un nivel superior, y estoy muy contento de ver que el trabajo ha dado sus frutos y que la marca esté ganando tanta proyección en muy poco tiempo. Lo bonito es que cada prenda tiene un detalle, un mensaje cuidado.
Ha trabajado con grandes firmas textiles en España, pero en principio quería dedicarse a una profesión totalmente distinta...
Sí, yo empecé en el mundo de la publicidad y las relaciones públicas. Después, vi que no era un mundo tan creativo como yo esperaba. Entonces decidí dar como el volantazo a lo que yo consideraba que, bueno, quería hacer en la vida. Me matriculé en diseño y desperté esa faceta que tenía oculta.
Uno de los rasgos más llamativos que busca promover con Rubearth es la sostenibilidad, el concepto eco.
Sí, trabajando en retail afortunada y desafortunadamente se ven muchas cosas. Siempre he tenido un pensamiento muy empático a la hora de sacar y producir ropa. Por eso, intento que mis colecciones sean lo más sostenibles y responsables posibles. Busqué ese cambio.
Decidí ofrecer algo más ético y responsable que estuviera ligado al cambio climático. Gracias a la pandemia, se ha despertado un interés y un consumo ligado al concepto slow-fashion. La particularidad que tiene mi marca es esa. Recuperamos las telas que, por un fallo o una "tarita", han cortado grandes marcas y que no es válida para el Fast fashion y creamos piezas únicas bajo el mismo patronaje.
Y cómo introdujo esa faceta en el desfile
Este año, trabaje con un material nuevo, con la tradicional tela de saco. Tras verla y pensar posibilidades, me di cuenta de que podría funcionar para una prenda. Investigue si se podía coser, si se podía forrar o si aguantaba un tirón. Entonces, desarrollé un abrigo, lo forré y quedó increíble. Un abrigo casi de lujo, elaborado a través de desechos que iban a ir a la basura o a un bote de reciclaje.
De dónde surge la inspiración de elegir como tema las bombas nucleares que cayeron en Japón, ¿cómo surgió esta idea?
Es un tema duro y bastante complicado de tratar. Yo quería tratarlo de la forma más responsable, ajena a cualquier tema político. La idea surgió en la pandemia, cuando mirabas por la ventana y lo veías todo vacío, desolado.
Recuerdo pensar, parece que ha caído una bomba o que hay una guerra. Y fui hilando por ahí, hasta que di con las fotografías del fotorreportero de guerra John O'Donnell. Me inspiraron en cuanto a movimiento de patronaje, temas figurativos a la selección de tejidos.
Asimismo, el desfile cuenta con varias vertientes…¿qué buscabas transmitir?
A nivel gráfico me inspiró el mecanismo de la bomba. Por eso, todas las prendas están conectadas como con una especie de cable. No hay botones, solo cordones para cerrarse. Asimismo, las bombas pequeñitas se repiten durante toda la colección y destaca un estampado que son sombras y personas a la vez que cae una bomba. Es un camuprint, por una historia que contaba O'Donnell.
Él decía que en las casas donde había caído cerca la bomba, se veía las sombras de las personas aún impactadas sobre las paredes. Además, en la colección se repiten numerosos cuadros. En el espacio que se crea entre ellos se emula el concepto de mira de los revólveres.
Lo que quería enfocar era una nueva versión masculina de como vestir, con identidad, con esta colección se ve qué tipo de productos quiero ofrecer al público. Buscar una conexión con que la moda no es solo moda, sino que puede tener su parte pictórica, emocional...
Aunque Rubearth apenas lleva un año en funcionamiento, también participaste en el certamen EGO con una propuesta totalmente distinta.
Sí, me inspiré en los guerrilleros del Medievo. Buscó inspirarse en momentos concretos de la historia, pero siempre con un punto más "canalla".
Por otro lado, habrá comenzado a notar los primeros resultados positivos del certamen en tu marca… ¿Cuál es tu próximo objetivo?
Sí, totalmente. Yo empecé a ver los resultados positivos con mi primera propuesta del concurso, pero ya los resultados tras ganar han sido algo incomparable. Muy positivo. Hay muchas personas preguntando por las prendas, por el tema joyería, zapatos… Ahora buscó impulsar el tema digital de la marca y ganar proyección. Además, la colección va a viajar para presentarse en Praga, ¡estoy muy ilusionado!
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