Es un hecho, en verano, la melena tiende a estropearse más que en otras estaciones como la primavera o el otoño. La alta exposición solar, los días de piscina o playa, acaban promoviendo que el cabello tienda a resecarse.
Sin embargo, parte de los daños que recibe la propia melena están fomentadas por los diferentes errores capilares que realizamos cada verano. Rutinas que han recopilado los diferentes expertos del cabello para concienciar de qué errores capilares debes evitar para preservar en perfecto estado tu cabello.
1. No proteger el cabello
La fotoprotección capilar es esencial y un paso que se debería incluir en la rutina capilar. No obstante, esta no es la realidad. Eduardo Sánchez, director de Maison Eduardo Sánchez, matiza que: "La radiación UV altera los pigmentos del color del cabello, reseca mucho y fragiliza la queratina, además, se encarga de acabar con el brillo de las melenas".
Más allá del sol, hay otros elementos característicos de esta estación que, también, estimulan daños graves en el pelo. La arena irrita el cuero cabelludo, el cloro modifica el tono y promueve la producción de grasa, la sal marina cristaliza la fibra capilar y consigue abrir las puntas y el propio calor, estimula la irritación y le resta hidratación y nutrición. Para ello, el experto recomienda "usar protectores solares que salvaguarden el cabello del sol y otras agresiones". Eso sí, matiza que también se pueden optar por los sombreros o pañuelos que sirvan de escudo.
2. Cepillar al salir del agua
"Justo después del baño el cabello es especialmente frágil, por eso, antes de desenredarlo, es necesario aplicar un acondicionador sin aclarado o el mismo protector solar capilar, para ayudar al desenredado, nutriendo el cabello al mismo tiempo. Además, hay que hacerlo siempre con un peine de púas anchas y evitando tirones que puedan romper la fibra", advierte el estilista.
3. Lavar el pelo
Olvida todas esas recomendaciones de que lavar el cabello a diario es malo, en este punto, el director de Maison Eduardo Sánchez es tajante: "Tanto si lo has sumergido en el agua del mar como en la de la piscina, es obligatorio lavar bien el pelo para eliminar restos de salitre o de cloro. Y el mejor aliado es un champú purificante pero suave y de uso frecuente, acompañado siempre de un acondicionador, con o sin aclarado o de un aceite o sérum, según los gustos".
4. Olvidarse de la mascarilla
Si durante el resto del año es importante, ¡ahora más!, como recomienda Eduardo Sánchez, "en verano y sobre todo si hay exposición solar y contacto con el agua de mar o con la de la piscina, es imprescindible aplicar, mínimo dos veces por semana, una mascarilla capilar que repare e hidrate en profundidad el cabello. Mi truco es aplicarla en seco, no importa tanto el tiempo de exposición –bastaría dejarla 10 o 15 minutos-, como hacerlo en seco antes de lavar el cabello. Cuando el cabello está mojado, el agua impide que el producto penetre en la fibra capilar y no tiene una acción tan profunda.
5. Cuidados específicos para el pelo
Hay que tener especial cuidado si tienes mechas o el pelo teñido pues son los que más tienden a mutar su calor, como consecuencia del cloro o el agua salada. Además, son más propensos a la oxidación y a tornar a tonos indeseados cuando se exponen de manera continua a los rayos del sol, el cloro o la sal. Los rubios se oxidan mucho y los rojos son los más sensibles a la pérdida de tono.
Para esos caso, el experto dicta como indispensable el uso de champús, acondicionadores o mascarillas con pigmentos que, utilizados según el consejo de cada fabricante, son fundamentales para mantener la intensidad del color y el brillo a salvo de las continuas agresiones y para neutralizar los tonos indeseados.
6. Mantener la hidratación
El cabello contiene entre un 10 y un 15% de agua y en los días más calurosos de verano, parte de esa agua se evapora. "Ese es el motivo de que el cabello esté encrespado e indomable 10 a un 15% de agua. En los días más calurosos de verano, parte de esa agua se evapora y es muy importante compensar esta pérdida de hidratación rellenando los depósitos de agua regularmente utilizando sérums, aceites o sprays hidratantes", aconseja el director de Maison Eduardo Sánchez.
7. Querer un rubio más claro
Al contrario, como aclara el estilista, "es recomendable que antes de los días de sol y playa, en la última visita al peluquero, se apueste por un rubio algo más oscuro porque la exposición solar, el cloro y el salitre ya aclaran de por sí el cabello. Con especial atención a los rubios dorados y miel que son los que más aclaran y tornan hacia tonos indeseados. Los rubios beige y platino sobreviven mejor porque el verano los potencia".
8. Acudir a distintas peluquerías
"Los mayores desastres de color", confiesa Eduardo Sánchez, "ocurren cuando buscas una peluquería para un retoque de emergencia en tu destino de veraneo... Es entonces cuando la catástrofe está casi asegurada. Si es imprescindible, pide a tu estilista de confianza la fórmula que utiliza en sus trabajos de color y el margen de error disminuirá".
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