Es una realidad. El diseño ombré se posiciona como el estilo de manicura más solicitado entre las novias (e invitadas) para el día de la boda. A diferencia de los diseños más clásicos, como la manicura francesa, este diseño crea una especie de degradado de color gracias a la técnica que le da nombre; el ombré. Con ella, se consigue que el color elegido varíe, ya sea siguiendo la misma gama cromática o introduciendo nuevos colores.

Jennifer Silverio -manicurista de la firma especializada en uñas, Orly- explica que: "La manicura ombré se basa en realizar un degradado". Para realizar esta técnica, la experta y, también, Lidia Gómez -asesora de belleza en DYP Cosmethic España- señalan la importancia de recurrir a una esponja de maquillaje. Sobre esta herramienta, una vez que se han elegido los colores y esmaltado las uñas, se comienzan a pintar líneas seguidas con los tonos elegidos e inmediatamente se coloca la esponja pintada en la uña con toques suaves.

Realizando una mínima presión para que el color se quede bien impregnado. Asimismo, la experta dicta que, dependiendo de la intensidad de color que se busque, se puede repetir varias veces para potenciar el color. Lo más importantes es, como señala Lidia Gómez, "evitar las capas densas, para asegurarnos de que la uña se seca entre capa y capa".

Cómo conseguir una manicura perfecta

A la hora de conseguir un buen acabado, las expertas comparten algunos de sus mejores trucos. Por ejemplo, Lidia Gómez señala la importancia de aplicar un endurecedor de uñas, antes de las capas de color y cómo último paso, un top coat. Según la experta, este paso es esencial ya que eliminará de la uña la posible rugosidad que haya adquirido de la esponja, brindándole suavidad a las uñas. Para ello, puedes optar por el aclamado y recomendado endurecedor de uñas (13,50 euros) de la firma Química alemana y el top coat de la firma Orly (17,95 euros).

Por último, Jennifer Silverio, se centra más en la técnica recalcando la importancia de aplicar los colores en la esponja, un poco montados, para que las líneas no se queden definidas, sino degradadas.

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