Al ritmo que marcas las influencers cada vez se hace más complicado seguir la actualidad sobre cuál es la última prenda viral de Zara. Lo que antes era algo esporádico, se ha convertido en una tendencia y rara es la semana que una pieza de la firma de Inditex no se convierte en objeto de deseo.
Este vestido es la última obsesión de las prescriptoras de moda. Y es que lo tiene todo: es de la firma primigenia del conglomerado gallego, por lo que es de fácil acceso, es económico, su precio está fijado en 39,95 euros y lo mejor de todo: es pura tendencia. Se trata de una prenda inspirada en la década de los 70, algo que a estas alturas de temporada no sorprende, ya que es una máxima que impregna gran parte de las colecciones que actualmente están a la venta en las tiendas low cost.
En concreto, los reconocibles estampados en zigzag de la firma italiana Missoni son los que se han versionado en esta prenda de la firma gallega. Los coloridos motivos se disponen a lo largo y ancho de la prenda sin seguir ningún orden y esto es lo que hace el vestido realmente especial. Es un diseño de manga larga, con escote en uve, que se ajusta a la cintura y cuya falda adquiere forma de a.
A la hora de vestir esta prenda tan llamativa, las influencers se ponen de acuerdo en cómo hacerlo. Son muchas las creadoras de contenido que han apostado por él, todas ellas con distintos estilos y sin embargo, la apuesta es la misma: absoluto protagonismo para el diseño.
Desde Marta Pombo (29 años) -hermana de María- hasta Verónica Díaz (31) -Moda Just Cocó-, pasando por Sara Baceiredo (22) y Celia Fernández-Román Zapata han lucido la prenda y todas ellas tienen claro que ningún otro elemento debe competir con ella en el outfit. Han apostado por calzado discreto fabricado en materiales naturales y por lo general, la ausencia de accesorios y complementos es la norma. Es Celia quien la rompe, añadiendo un pequeño colgante, un diseño formado por una discreta cadena que apenas llama la atención.
En cuanto al peinado, cobran fuerza las melenas naturales. Se dejan al viento, ondulándose ligeramente para contribuir a ese efecto bohemio tan unido a los años setenta que inevitablemente desprende la prenda.
El diseño se encuentra actualmente agotado, por lo que la esperanza de encontrarlo se reduce a que lo repongan más adelante, algo que no sería extraño y suele ser una estrategia que sigue la marca con sus prendas más demandadas. Por otro lado, es posible que queden algunas existencias en tiendas físicas.
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