Las tendencias que se descubren con ilusión cada temporada se suman a otras piezas que permanecen año a año en el armario. La clave de la funcionalidad es saber mezclar unas y otras para crear looks actuales que, sin embargo, permitan la comodidad de cada mujer en el día a día.
Una de estas piezas básicas ineludibles es el vestido vaquero. De los clásicos pantalones de denim han ido derivando otras prendas del mismo material que se han convertido en elementos tan imprescindibles como los jeans. La cazadora, la falda y el citado vestido son tan solo algunos de ellos.
Las marcas de moda, a través de estudios de mercado, son conscientes de la demanda que tiene el vestido vaquero y dispuestas a exprimir este éxito, cada temporada lo revisitan, lanzando múltiples versiones. A las puertas del otoño, estas son las opciones para hallar el sustituto ideal de ese viejo vestido vaquero que hay que sacar del armario para dejar que entren aires renovados.
Abotonado
Sin salir de la web de Zara, se encuentra la primera señal clara de una de las líneas de diseño que va a seguir este vestido. Los patrones abotonados desde el cuello al bajo cobran fuerza y en la firma gallega han apostado por tres tendencias muy diferentes. En primer lugar (en la imagen superior) han lanzado un patrón romántico que enfatiza la zona de los hombros creando unas enormes mangas abullonadas. Dejando a un lado esta referencia más creativa, también se han lanzado otros diseños más sencillos que siguen el patrón del clásico vestido camisero (segunda y tercera fotografía). Este mismo patrón se puede encontrar en un vaquero rígido más oscuro y en un material más ligero, de una tonalidad más clara.
De tirante fino
Aunque parezca contradictorio que cuando nos encaminamos sin freno hacia el otoño, apostemos por un vestido de tirantes lo cierto es que durante esta estación también tiene posibilidades. Y es que desde hace unos años se ha instaurado en el streetstyle la costumbre de lucir estos vestidos con una camiseta debajo. Dependiendo del clima, se puede optar por una prenda de manga corta o, incluso de manga larga. Otra opción, más arriesgada -y en tendencia- es introducir una camiseta de tejido semitransparente. De esta manera, se dota de una doble vida a la prenda convirtiendo el vestido en un pichi.
Trampantojo: falso dos piezas
Una de las ventajas de apostar por el vestido es que se evita el problema de tener que combinar una parte inferior y otra superior. Estas propuestas de Mango dan la apariencia de llevar un conjunto coordinado de sudadera y falda y, sin embargo, aportan la comodidad de vestir una única pieza. El elástico en la cintura de ambos vestidos dota de volumen la parte superior del mismo.
De color rosa
Y es que no todos los vestidos vaqueros tienen que ser del tono original. Los jeans teñidos de tonos vibrantes fueron un boom la pasada primavera y ahora esta dosis de positividad se traslada a los vestidos. Actualmente, entre las propuestas de las marcas de moda predomina el color rosa. Este tono dulce resta algo al aspecto rústico inherente a este material. La primera propuesta de la imagen, en un tono más vivo, es un pichi pensado para llevar con camisetas o croptops. En un tono más claro se ha diseñado el segundo vestido de la imagen, cuya manga larga está pensada para los primeros fríos de otoño.
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