El diseñador francés Olivier Rousteing (36 años) celebró este miércoles 29 de septiembre sus diez años al frente de la firma Balmain con un festival de música y un desfile que cerraron Naomi Campbell (51), Carla Bruni (53) y Milla Jovovich (45), entre otras.
Miles de personas siguieron desde las gradas de La Seine Musicale, a las afueras de París, el espectáculo que el francés había organizado y ovacionaron a las grandes tops, en un encuentro que sirvió de prueba definitiva: los parisinos están más que dispuestos a recuperar la vida anterior a la Covid-19.
Para entrar al recinto era necesario presentar un certificado sanitario de vacunación, algo que sirvió como salvoconducto para que la mayoría de los invitados se desprendieran de la mascarilla en el interior, pese a la multitud. De esta manera, siguieron el concierto como si la pandemia y el último año y medio fueran ya agua pasada.
La celebración fue una mezcla de los mejores momentos de Rousteing en Balmain, con su ejército de modelos luciendo los minivestidos tipo armadura que más éxito le han valido, y una serie de conciertos de grupos como Franz Ferdinand y Doja cat, entre otros.
A ellos se sumó la voz de Beyoncé (40), que intervino con un mensaje de voz para dar comienzo al desfile, haciendo creer a los espectadores que la estrella del pop estaría presente, pero no fue así y muchos se quedaron sentados tiempo después de que hubiera acabado el show creyendo que la estadounidense terminaría apareciendo por allí.
Sí que estuvieron, Natalia Vodianova (39), Natasha Poly (36) y otros iconos de la moda de las últimas décadas, en la que fue la segunda edición de un festival en colaboración con Product Red, donde 3.000 personas consiguieron entradas al hacer una donación a la organización de lucha contra el sida.
Su colección primavera-verano 2022 no sólo recuperó sus mayores éxitos, también mostró que los pantalones de talle bajo podrían volver a ponerse de moda y los años 2000 ser de nuevo un referente. Estas prendas se llevaron con pata de elefante y arrastrando por el suelo, mientras que el talle cerraba a nivel de la cadera con cortes asimétricos. Asimétricos fueron también los vestidos con escotes pronunciados y con exageradas aperturas a nivel de la falda.
El blanco, el negro y el dorado conquistaron la pasarela, con chaquetas de pronunciadísimas hombreras triangulares, bolsos de mano con asa tipo joya y una silueta tipo cigarrillo, totalmente recta y sólo acta para tallas pequeñas.
Además, la marca apostó por la diversidad de cuerpos incluyendo en el casting a dos modelos de talla grande que desfilaron junto a Campbell y Bruni. Ellas fueron, sin dudad, las que más aplausos y vítores conquistaron.
Rousteing (1985), uno de los rostros más conocidos para las jóvenes generaciones gracias a su influencia en redes y su amistad con celebridades como Kim Kardashian (40), fue adoptado con un año por una familia de Burdeos (Francia) sin conocer sus orígenes.
La búsqueda de sus raíces motivó el documental Wonder Boy, que se convirtió en una producción de éxito en Netflix y aumentó aún más la celebridad del diseñador quien tras varios años trabajando como estilista para Roberto Cavalli fue nombrado director creativo de Balmain con solo 25 años.
En este tiempo, ha logrado dar un impulso a la marca fundada por Pierre Balmain en 1945 y reposicionarla como una referencia para muchos jóvenes así como los círculos más bling-bling.
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