No es nada nuevo que, a la hora de fijarnos en alguien, lo primero a lo que le prestamos atención es a los ojos y a los labios. Por eso, debemos potenciarlos al máximo para poder lucirlos bellos y deslumbrantes. Eso sí, no todos los labios son iguales, con lo que no todo el maquillaje sienta igual de bien a todo el mundo.
En primer lugar, es importante averiguar cuáles son los diferentes tipos de labios y cuál se asemeja más al nuestro. Dependiendo de nuestro tipología de labio - grueso, fino, superior fino e inferior grueso, o viceversa, normales o tipo 'muñeca' - habrá que potenciar unas zonas u otras, elegir las tonalidades adecuadas, dar el volumen óptimo, etc.
Labios gruesos
Aquellos labios carnosos y voluminosos, perfectos para potenciarlos con colores rompedores, como los rojos pasión o los marrones. No obstante, esto dependerá del tipo de piel. A las pieles más oscuras quizás le favorezcan más los tonos marrones y, a tonos de piel media-clara, los tonos rojizos. El consejo es que no se use perfilador con este tipo de labios, pues hará que parezcan aún más voluminosos, rozando el límite de lo artificial.
Si, por el contrario, quieres aparentar unos labios menos voluminosos, el perfilador será de mucha ayuda.
1. Aplica una base de maquillaje en tus labios.
2. Después, añade corrector en el borde de los labios hasta que se vea lo menos posible el contorno de los labios.
3. Con un perfilador, marca la parte central de tus labios justamente por debajo del arco de cupido, deshaciéndote así de unos centímetros.
4. Pinta tus labios con un labial mate, justamente por dentro de la línea que has marcado previamente. Ten cuidado con el lipgloss porque, precisamente, añade más volumen.
Labios finos
Estos labios representan el caso contrario: poco voluminosos y muy finos, tanto en la parte inferior como en la superior. Así, aquí evitaremos a toda costa los tonos oscuros, pues harían parecer tus labios mucho más pequeños. Optaremos por los colores claros. Probablemente, nuestro objetivo sea ganar un poco de volumen. Para lograrlo, toma nota:
1. Comienza aplicando base de maquillaje sobre tus labios.
2. A continuación, utiliza el corrector hasta borrar por completo el contorno de tus labios.
3. Elige el tono de labial que vayas a usar y busca un perfilador del mismo tono (preferiblemente un poco más oscuro) y repasa el contorno de tus labios por encima del arco de cupido, sumando así unos centímetros.
4. Rellena con tu labial por debajo de la línea marcada anteriormente.
5. Finaliza el maquillaje de tus labios con un gloss: será el toque final para aportar el volumen deseado.
Labio superior grueso
Este tipo de labios sientan fenomenal en cualquier rostro, estilizándolo y haciéndolo irresistible. Aquí no hay equilibrio, ya que el labio superior es mucho más voluminoso que el inferior. Por eso, para este tipo de labios no tenemos dudas: los tonos más fuertes serán la mejor opción. El rojo pasión, el granate, el morado o el fucsia.
Si quieres armonizar un poco el tamaño de los labios inferior y superior, la mejor opción será usar un lápiz de labios para delinear.
Si lo que quieres es mantener el labio superior igual y el inferior con mayor volumen, sólo deberás perfilar el labio inferior, aparentando así un mayor grosor.
Si, por el contrario, prefieres aparentar un menor volumen en el labio superior, la mejor opción será perfilar tu labio superior por debajo del arco de cupido y, así, perderás los centímetros deseados.
Labio inferior grueso
La característica fundamental de este tipo de labios es que el labio inferior es notablemente mucho más grueso que el labio superior. Por ello, el tipo de maquillaje a utilizar dependerá de si la diferencia entre un labio y otro es muy notable o no. Para este tipo de labios tan especiales escoge tonos nude, corales o melocotón, serán los que más te favorezcan. Los tonos oscuros, por el contrario, harán empequeñecer tus labios.
Si tienes el labio superior muy fino, marca en profundidad el arco de cupido con la ayuda de un lápiz de labios y un iluminador. De esta manera, conseguirás un volumen más armonizado con tu labio inferior.
Si la diferencia no es muy exagerada, nuestra recomendación es que no utilices perfilador y utilices solo un poco de iluminador, marcando así el arco de cupido con mucha suavidad.
Labios normales
Los labios estándar tienen el mismo grosor y volumen en los labios inferior y superior, consiguiendo así un rostro bello y armonizado. Son los más fáciles de maquillar, pudiendo jugar con todas las tonalidades posibles, además de poder aumentarlos o disminuirlos con la ayuda de un lápiz de labios.
Un labial claro será una apuesta segura. Si lo combinas con un gloss lograrás aumentar el volumen de tus labios muy fácilmente. Sin embargo, puedes experimentar con el color que más se adapte a tu estilo. ¡Este tipo de labios te lo permite! Debes tener en cuenta, como hemos recalcado antes, que los tonos oscuros harán que tus labios se vean mucho más pequeños.
Labios de muñeca
Se trata de unos labios muy característicos, y aportan una gran personalidad al rostro. Son carnosos y voluminosos, pero muy cortos. Esto se traduce en bocas muy pequeñas, prácticamente como las de una muñeca. Los colores llamativos te quedarán genial, aunque es posible que este tipo de colores le roben algo de protagonismo al maquillaje de tu rostro.
Si no quieres que esto pase, puedes optar por colores nude con algo de brillo, creando así un total look suave y unificado.
Labios caídos
Aunque, por el nombre, parezca un concepto algo extraño, lo cierto es que son unos de los labios más comunes. Su forma se asemeja a la de un arco invertido, y su tamaño puede variar de un mayor a un menor volumen. Normalmente, nos encontramos con labios finos, con lo que lo mejor es optar por una pizca más de volumen con ayuda de un perfilador.
En cuanto a los tonos, hazte con un marrón claro o nude, te sentará genial. Y, por supuesto, un toque de brillo siempre es una buena opción para lucir, visualmente, unos labios más grandes.
[Más información: Cómo hidratar los labios para tenerlos más jugosos]