Las obras más emblemáticas de la italiana Elsa Schiaparelli, diseñadora de moda entre los años 20 y 50 del siglo XX, protagonizan la nueva exposición del Museo de Artes Decorativas de París, que relata la historia de la artista y su viaje en el mundo de la moda, una trayectoria única e innovadora.
La muestra, abierta al público hasta el próximo 22 de enero, hace un repaso de la carrera de la diseñadora italiana a partir de sus obras más icónicas y atrevidas, destaca además su colaboración con otros artistas como Jean Cocteau o Salvador Dalí.
"Hacer una exposición hoy día de Elsa Schiaparelli es hablar de la creatividad, la libertad, la libertad creativa, y también de la imaginación, el rigor y el espíritu emprendedor", explicó a Efe Olivier Gabet, historiador de arte y director del Museo de Artes Decorativas.
Elsa Schiaparelli (1890-1973), oriunda de Roma, fue una pionera en la moda entre los años 20 y 40 del siglo XX, con obras originales y adelantadas a su tiempo que fueron "inspiradoras e importantes para un gran número de creadores durante todo el siglo XX y XXI", afirmó Gabet.
La diseñadora, que viajó por todo el mundo pero vivió enamorada de París, se mudó a esta ciudad con su hijo en 1922 al separarse de su marido, y allí se rodeó de los artistas vanguardistas y comenzó a crear sus primeras colecciones.
En 1939 concibió la colección primaveral La commedia dell'arte, en honor al teatro cómico del siglo XVI, elegido probablemente de forma irónica para referirse a los momentos de incertidumbre que precedieron a la Segunda Guerra Mundial.
Para su confección empleó estampados de arlequín y complejos bordados iridiscentes para rememorar las fiestas de máscaras y de disfraces que tanto amaba.
Debido a la guerra, Schiaparelli se vio obligada en 1940 a abandonar París, ocupada por los nazis, y marcharse a Estados Unidos, pero volvió en 1945 y a los pocos años contrató a un joven Givenchy, que con 19 años comenzó a ser su asistente y terminó siendo el director artístico de la "boutique".
La artista italiana fue más allá de la vestimenta y tuvo varias colecciones de perfume, como Le Roy Soleil, en colaboración con Dalí, en honor al rey francés Luis XIV, el "Rey Sol".
Los vestidos-traje, los estampados con hojas de periódico, las colecciones cápsula, con prendas reversibles y polifacéticas son varias de las grandes creaciones de la diseñadora que siguen teniendo eco en la actualidad.
Icono de la alta costura
El 13 de noviembre de 1973, Elsa Schiaparelli falleció mientras dormía en su casa de París. La maison estuvo inactiva durante varias décadas hasta que en 2012 reabrió sus puertas en la capital francesa, y un año después Christian Lacroix dedicó a la artista una colección de Alta Costura.
Hoy día, la firma ha encontrado un enorme éxito con el estadounidense Daniel Roseberry al frente de sus colecciones, la última de las cuales fue presentada el lunes en la pasarela de París.
Las piezas de Schiaparelli se pueden ver en icónicas películas, como Moulin Rouge (1952), donde la italiana diseñó la ropa de Zsa Zsa Gabor, mientras que las nuevas colecciones han sido lucidas por celebridades como Lady Gaga, durante la investidura del presidente estadounidense Joe Biden, o la modelo Gigi Hadid, con un exuberante traje de noche decorado con un collar bañado en oro.
"Es un acontecimiento exponer estas piezas. Muchas de ellas no se han visto desde hace 20 o 30 años", señaló Gabet, que explicó que por la vanguardia y la experimentación de Schiaparelli, las prendas cuentan con materiales diferentes y algunas son "extremadamente frágiles".
Al comentar la importancia de esta colección para el museo, que expone diversas manifestaciones artísticas como el diseño gráfico, la moda o la escultura, Gabet responde que quiere recalcar el hecho de que "la moda es un arte como los demás".
"En el personaje de Elsa Schiaparelli encontramos a una artista de la misma talla como en su campo fueron Picasso o Salvador Dalí", explicó el director. "Nadie negaría el hecho de que sus piezas son una obra de arte", concluyó