Beyoncé (41 años), Jennifer Lopez (53), Britney Spears (40) o Gwen Stefani (53) son algunas de las artistas internacionales que apuestan por los diseños de la dominicana Giannina Azar, quien ha desfilado en Madrid con su colección Isola di Capri: El éxito de una marca reside en que sea reconocible.



Giannina Azar se ha ganado en la moda el apodo de la diseñadora Too Much, nombre de la colección de noventa prendas con la que irrumpió en Hollywood en 2018, conquistando con sus espectaculares trajes de pedrería a las artistas del sector: "Les atraen los ornamentos y la pedrería de calidad, mis trajes son como tatuajes".



En el Hotel Westin Palace de Madrid, la diseñadora dominicano-libanesa ha desfilado con una colección en la que ha presentado 31 estilismos confeccionados con materiales como manteles comprados en Italia, que reflejan estampados clásicos de la cultura italiana y mediterránea.

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Estampados de limones, tomates o espaguetis han tomado la pasarela acompañados de túnicas artesanales, zapatos y accesorios coloridos bordados en pedrería, un sello propio de la firma que, simultáneamente, presentará piezas de la misma colección en un desfile en Los Ángeles.



Giannina Azar creció visitando las casas de sus familiares libaneses cautivada por las complejas ornamentaciones barrocas y, al mismo tiempo, por los estallidos de color de la República Dominicana. Con referentes como Valentino y McQueen, este clima forjó la identidad de sus diseños desde la adolescencia.



"Con quince años hacía vestidos para las fiestas de mis amigas", dice la creadora, que tras regentar durante más de una década una escuela de confección, se decidió a perseguir una de sus metas; vestir artistas sobre el escenario. Su sueño llegó de la mano de Thalía, la primera artista que apostó por lucir sus diseños.

Azar es la única latina que exhibe sus diseños desde hace seis años en el prestigioso showroom Style PR en Los Ángeles. Allí peregrinan estilistas de artistas consagrados para encontrar prendas con las que vestirles, y donde conoció al estilista de Madonna, Britney Spears o Beyoncé, una de las últimas artistas en lucir sus diseños.

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La artista presentaba este verano el álbum Renaissance ataviada con un vestido semitransparente de pedrería plateada de Giannina Azar. "Beyoncé es muy exigente, normalmente, tienes contacto con los estilistas y no con los artistas, pero se involucró durante todo el proceso", explica sobre la pieza inspirada en Club Studio 54.

"Mis vestidos son exagerados, pero no son vulgares, se ven finos", explica al ser preguntada por el elemento diferenciador de sus prendas, en las que esgrime "los ornamentos tienen relevancia sobre los diseños", para los que utiliza siempre piedras monocromáticas "especiales para reflejar la luz en el escenario".



Con un equipo de veinte bordadores, la diseñadora trabaja directamente sobre mallas color carne, en las que dibuja a mano los ornamentos que posteriormente se bordan con pedrería o pan de oro. "Creo que el éxito de mi firma es ese: los vestidos son como un Picasso, se hacen a mano y no hay dos iguales".



Esta originalidad es la que hace que algunos artistas repitan su apuesta, como es el caso de Jennifer Lopez, que tras lucir una de sus creaciones en el videoclip del tema El Anillo, contactó a Azar de nuevo: "Me pidió un vestido corto de pedrería azul para sus conciertos y después dijo en una rueda de prensa que era el vestido favorito de su carrera".



El trabajo de cada pieza lo realiza en ritmos a veces inclementes. "Los artistas suelen tener poco tiempo, en el caso de Beyoncé, tuvimos diez días", explica sobre el tiempo de confección, que da como resultado prendas que pueden llegar a los diez mil dólares debido a la calidad del cristal empleado.

Es consciente de que el éxito "va acompañado de la diversidad", y por eso, además de la línea para artistas, tiene también líneas de novias, "prêt-à-porter", infantil y de baño. "Es importante crear mucho y reinventarse, que el público vea que puedes hacer cosas diferentes sin perder tu sello".



Con puntos de venta en Miami, Santo Domingo, Puerto Rico o próximamente Ibiza, tiene claro que "los sueños se logran con tenacidad y mucha humildad", y continua con su sueño de vestir a las artistas más icónicas: "Me encantaría vestir a Cher, es un icono como artista y también de la moda".