El ácido L-ascórbico es la forma más pura de vitamina C. Se trata de un activo capaz de estimular la síntesis de colágeno, neutralizar y eliminar los oxidantes presentes en el ambiente, manteniendo así una piel sana y radiante.
Con el tiempo, la piel pierde colágeno de manera natural, presentándose así múltiples signos de envejecimiento. La tez puede volverse irregular, pueden aparecer manchas; las líneas y arrugas son más prominentes y la piel pierde firmeza.
Se trata de un activo que es recomendable utilizarlo todo el año, pero en invierno es especialmente importante. La Dra. Andreyna Mota, médico estético y directora de Medestetic Clinic (Tomares - Sevilla) da tres claves a tener en cuenta para que este activo no falte en ninguna rutina de belleza:
1. ¿Por qué es necesario incluir en la rutina facial un tratamiento de vitamina C en invierno?
"En los días más fríos del año, la piel se reseca más debido al frío y la baja humedad del aire, por lo que al utilizar la vitamina C en su rutina facial, el paciente acaba siendo beneficiado con la hidratación de la piel", asegura la doctora.
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2- ¿Por qué es importante?
"Los cosméticos que poseen vitamina C en su composición ayudan, no sólo a mejorar la hidratación, sino también a ralentizar el envejecimiento de la piel, suavizando las arrugas y líneas de expresión.
De la misma forma, la vitamina C es una compañera ideal de la piel porque es un excelente hidratante durante el invierno que, al mismo tiempo, ayuda a disminuir los poros dilatados y equilibrar las oleosidades, evitando así también el acné", asegura.
Además, la Dra. Andreyna Mota siempre resalta en consulta los cinco puntos más importantes de la vitamina C:
1- Evita el envejecimiento prematuro debido al aumento de la oxidación celular, lo que disminuye la producción de colágeno y favorece la aparición de arrugas y líneas de expresión.
2- Combate los radicales libres que provocan daños en las partes más nobles de las células, alterándolas y favoreciendo el envejecimiento de la piel. Estos, se forman a partir de generadores intrínsecos (respiración, nutrición, genética) y extrínsecos (sedentarismo, privación del sueño, estrés, tabaquismo).
3- Ayuda a aclarar las imperfecciones y unifica el tono de la piel. La melanina, que da color a la piel, tiene una función protectora, pero su célula (el melanocito) es muy sensible y varios factores pueden estimularla y provocar alteraciones en la producción de esta sustancia. La radiación solar es una de las principales causas de ese trastorno.
La vitamina C contribuye a la inhibición de la tirosinasa, que es la enzima que transforma la tirosina en melanina. Además, también potencia el efecto de los protectores solares, previniendo los daños causados por rayos UV.
4- Suaviza arrugas y líneas de expresión, ya que la vitamina C estimula la síntesis de colágeno, que es el encargado de dar estructura, firmeza y elasticidad a la piel. También cabe mencionar que la concentración de vitamina C que se encuentra en los dermocosméticos es más eficaz que la que se ingiere vía oral.
5- Deja la piel más luminosa ya que la vitamina C tiene una fuerte y eficaz acción antioxidante, que ayuda en la producción de colágeno y favorece la reducción de los radicales libres, además de tener una acción inhibidora de la formación de melanina, lo que beneficia la luminosidad de la piel, dejándola más bella y saludable.
3- ¿Qué características debe que tener la vitamina C para conseguir resultados?
La molécula de vitamina C es muy inestable y, por lo tanto, puede oxidarse fácilmente. Cuando esto ocurre, pierde su eficacia y no logra los beneficios esperados. Por ello, uno de los mayores retos en la creación de este tipo de productos es desarrollar una fórmula estable que penetre fácilmente en la piel. Ante este reto, la industria cosmética ha desarrollado tres tipos de vitamina C, que pueden ser utilizados en la formulación de dermocosméticos:
Ácido L-ascórbico (que es la que incluye Vitamin C Concentrate, de reveel): se trata de vitamina C pura, y por tanto una molécula difícil de estabilizar. Debido a esta dificultad, solo los dermocosméticos más avanzados se formulan con este tipo de vitamina C. Al requerir una tecnología más desarrollada para conseguir su alta efectividad, este tipo de productos también tienen un precio más elevado.
Derivados de la vitamina C: como el palmitato de ascorbilo, fosfato de ascorbilo y magnesio, ascorbatos de tetrasustancias lipofílicas y glucósido de ascorbilo. Estos son ejemplos de moléculas derivadas del ácido ascórbico.
A pesar de tener una menor eficiencia, estas moléculas son más estables y no se oxidan tan rápido. Por ello, se utilizan en dermocosmética con precios más asequibles.
Vitamina C nanoencapsulada: en esta formulación, las moléculas de ácido ascórbico están rodeadas de nanocápsulas que las protegen del proceso oxidativo. A pesar de ser más estable, tiene una eficiencia muy baja en comparación con los demás. Por ello, este tipo de vitamina C se utiliza en productos más económicos.
"Otro factor muy importante es la textura del producto. La vitamina C para uso tópico se puede encontrar en diferentes texturas. Esta característica depende principalmente del vehículo, es decir, del medio líquido en el que se disuelve el ácido ascórbico. Por lo general, las texturas más comunes son los sérums, lociones, mascarillas e hidratantes, entre otras. Sin embargo, generalmente recomiendo el uso de un suero como Vitamin C Concentrate, de reveel, ya que es un producto con una altísima concentración de vitamina C pura, se activa en el momento de uso, es muy ligero, de fácil absorción y apto para todo tipo de pieles, incluso para las más sensibles. Además su tecnología es única en el mercado", afirma la Dra. Andreyna Mota.