Dice el refrán que el hambre agudiza el ingenio, pero se podría cambiar para afirmar que el frío también lo hace. Prueba de ello es el gran éxito que están teniendo las balaclavas, un complemento a medio camino entre los gorros y las bufandas que están conquistando tanto las pasarelas como el street style en este enero tan gélido.

Si bien puede parecer difícil de llevar, lo cierto es que las firmas se están esforzando para que las nuevas propuestas sean bonitas y prácticas a partes iguales. No solo eso, las influencer también están poniendo de su parte, comenzando a incorporarlas a sus estilismos diarios y, de ese modo, convirtiéndose en fuente de inspiración de cómo llevarlas. 

La última en probar ha sido Anna Ferrer Padilla (25 años) que ha caído rendida a esta nueva tendencia, demostrando el gran potencial estilístico de la balaclava, a la que también se conoce como buzo o pasamontañas. "Es mi primera vez usando una balaclava y me va a venir genial para el frío de Madrid", ha escrito la hija de Paz Padilla (53) junto a una storie en la que posa frente al espejo de su casa. 

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La que lleva Anna es de un color violeta pálido, de punto grueso y aspecto confortable. Como desvela, es de la firma Pinko, un modelo de estilo pasamontañas que cuenta entre sus tejidos la lana merina y cuyo diseño tiene un efecto de punto perlado de efecto calado. Aunque se fabrica en una única talla, ya que su tejido es elástico, se puede elegir en otro color, el negro. 

Además de su diseño, su otro gran atractivo es el precio. La marca de origen italiana se encuentra en periodo de rebajas y la balaclava cuenta con un descuento del 30% sobre su precio original, costando 67 euros frente a los 95 que valía en origen.

Pese a ser una pieza de tamaño pequeño, necesita unos cuidados especiales para que se mantenga como el primer día. La recomendación más importante es que no se puede meter en la lavadora ni tampoco en la secadora. Además, se debe secar en posición horizontal y planchar a un máximo de 110 grados.