El pasado jueves, 3 de octubre, la firma de joyas Ágatha París celebró su 50 cumpleaños, y para festejarlo organizó una cena privada en un exclusivo restaurante de Madrid con algunas de sus embajadoras más populares. Como no podía ser de otra manera después de años formando un tándem de éxito, Sara Carbonero (40 años) no se ha perdido esta cita tan especial en la que también vimos a otros rostros conocidos como María Pombo (29) o Vanessa Lorenzo (47).

Tras un arranque de curso feliz marcado por el nacimiento de su sobrino -su hermana Irene Carbonero se convirtió en madre de su segundo hijo el pasado 27 de septiembre-, la periodista se mostró de lo más comedida ante las cámaras y prefirió no revelar cómo está su relación con Nacho Taboada después de los rumores de ruptura que les persiguieron este verano. 

Y es que como ha dejado claro tras desmentir su crisis y confesar que se quieren y van a seguir juntos, no quiere volver a hablar de su vida privada ni de su historia de amor que dura ya dos años y medio con el cantante de Colectivo Panamera. Sin embargo, al margen de su actitud esquiva ante las cámaras, el look por el que ha optado la periodista para la fiesta de la reconocida firma no puede dejarse pasar por alto

Se trata de un estilismo sofisticado con un punto glam con el que una vez más nos ha conquistado y con el que Carbonero se ha vuelto a coronar como la reina del estilo boho, uno al que suele acudir en multitud de ocasiones. 

La absoluta protagonista, una falda larga de tul en color negro con monedas doradas bordadas -de la diseñadora Alberta Ferretti y con un precio que no está al alcance de cualquier bolsillo porque cuesta 2.418 euros-, que ha combinado con un jersey semitransparente de manga larga y cuello también en negro, y una de las joyas más icónicas de Ágatha París, un collar de eslabones dorados de varias vueltas de lo más favorecedor.

Un estilismo de lo más favorecedor con el que Sara Carbonero vuelve a dejar claro que es posible ser fiel a tu estilo personal sin perder un ápice de elegancia y sofisticación