Desde el Lejano Oriente nos vienen recuerdos de aquellos polvos de arroz utilizados por nuestras abuelas para que absorbieran la grasa de la piel y tener una piel de porcelana. Hoy, todo ha evolucionado de manera vertiginosa situando a la cosmética asiática entre las más punteras en belleza. Componentes como la seda, la soja, biofermentos o probióticos, combinados con la tecnología más avanzada, explican su éxito en el mercado.
Corea se sitúa como país de referencia en cuanto a cosmética se refiere. Sus formulaciones aúnan la tradicional medicina oriental y su avanzada biotecnología en cuanto a crecimiento celular y tratamientos de antiaging se refiere.
En este país, existe una especial sensibilización por el cuidado de la pie, que representa el 48% total del mercado de cosméticos. Su crecimiento es mayor que el de otros sectores como perfumes o maquillaje.
La personalización marca la diferencia y, por ello, los coreanos crean una cosmética a la carta: a partir de análisis del tipo de piel se diseña el producto, ajustando sus componentes y dosis para que se adecúe a las necesidades del cliente.
Siempre a la última de las tendencias, en este país se empezaron a desarrollar las “sleeping mask“ (mascarillas nocturnas), tan de moda este año. Son máscaras de belleza que se dejan actuar toda la noche en lugar de ser retiradas al cabo de unos minutos. ¿Quién no querría despertarse más guapa de lo que se ha acostado?
Japón se caracteriza por la importancia prestada al cuidado de la piel y, en concreto, al rostro. Un dato que verifica esta realidad es su media de inversión en productos de cosmética, 136 euros anuales. Supone el mayor gasto per cápita a nivel mundial.
Las japonesas son tan escrupulosas a la hora de eliminar el maquillaje y la suciedad de su piel que llegan a utilizar entre 4 y 6 productos: primero, leche desmaquillante que retiran con agua, gel o jabón específico; después, se aplican una loción de una textura densa, en nuestro caso sería el tónico, y por último se frotan una toalla caliente para abrir los poros.
La piel de las asiáticas debe lucir siempre pulcra y blanca. Ellas odian el moreno que tanto nos gusta en el Mediterráneo, y evitan cualquier contacto con el sol, para que no les salgan manchas oscuras en su rostro. Por ello, la protección solar de factor 50 y los despigmentantes forman parte de su rutina de belleza diaria.
Las mascarillas son el producto estrella en cuidados del cabello y la piel. Son tendencia las de ácido carbónico con efecto efervescente. Pruébala mientras te bañas y haz tu pequeño jacuzi aprovechando su efecto burbujeante.
TUS ALIADOS:
Gentle Cleanser Ibuki de Shiseido. Limpiador suave que se transforma en una espuma. Respeta la hidratación de la piel y elimina las células muertas. La línea Ibuki, recomendada para pieles entre los 25 y 35 años, utiliza una tecnología respaldada con un premio IFSCC, considerado el Nobel de la cosmética. La línea Ibuki está compuesta por siete productos que hacen mejorar los poros, granitos y rojeces desde el primer día. Según estudios, el 96% de las mujeres que la han probado han confesado sentir la piel mejor que nunca. ¿A qué esperas?
Erborian BB Cream al Ginseng. Efecto de maquillaje, que suaviza las arrugas y líneas de expresión, ofreciendo un aspecto de la piel hidratada, regenerada y con volumen durante 12 horas. Su fórmula procede de la tecnología coreana. Disponible en las tonalidades de claro y dorado, y en dos tamaños. Podemos encontrarla de venta en Sephora: Erborian Korean Skin Therapy.
Genuine Glow de Lauder. Iluminador de ojos inspirado en la cosmética coreana. Atenúa las marcas de cansancio, aporta brillo en el contorno de los ojos, reduce la apariencia de las bolsas y posee una textura sedosa. Aplicar tres puntos de crema en el contorno de los ojos (interior, medio y exterior).
Biological Fermento Cream de Suiskin. Crema nutritiva de textura sedosa con activos fermentados de leche de soja. Al no producir irritación ni producir grasa está recomendada para pieles sensibles o con acné. Su absorción es ultra rápida.
Mascarilla facial Anti-Âge Global de Yves Rocher. De inspiración coreana, el 97% de sus principios activos son naturales. Éstos inciden en las capas más externas del rostro provocando: una reducción de las arrugas del 21%, un aporte de hidratación, redensificación e iluminación. La novedad reside en el material del que está hecho, que permite que se adhiera a la piel como una película transparente.
¿Te atreves a probar sus beneficios?