Antienvejecimiento, antiedad, antiaging, antiarrugas... El hombre (y la mujer) lleva buscando la fuente de la eterna juventud desde tiempos inmemoriales, pero es ahora cuando estamos más cerca de conseguirlo. 

Si uno de los propósitos para este nuevo año es cuidarte más y mejor, la Age Management Medicine te interesa; y mucho. Es la especialidad de la medicina que se dedica a la gestión clínica de la edad o el control clínico del envejecimiento. Como dice el doctor Ángel Durántez, "es una forma seria de hablar de 'antiaging', que es un término pervertido por tanto uso, desde una crema a un lácteo".

El doctor Durántez impulsa desde Neolife un sistema que incluye un chequeo completo de salud con un exhaustivo examen de los biomarcadores relacionados con el envejecimiento y la salud: "Hoy sabemos que el envejecimiento depende en un 35% de nuestros genes (el famoso genoma) y en un 65% de cómo interactuamos con el entorno (ambioma). Por ello, nuestra capacidad de influir y controlar nuestra calidad de vida y, por lo tanto, nuestro propio envejecimiento es muy elevada".

A la entrada de la clínica hay un cartel que dice: "No podemos decidir cuántos años cumplimos, pero sí cómo hacerlo" o, como decía el viejo refrán "es mejor prevenir que curar". Para el doctor Durántez, la Age Management Medicine "es la Medicina de la de las 4 P:  Preventiva, Proactiva, Predictiva y Personal; y a mí me gusta añadir una P más, la de Placentera, pues no significa sometimiento ni sufrimiento sino disciplina porque te viene bien y te gusta el resultado". Evidentemente, va dirigida a aquellas personas "con conciencia saludable", a las que les gusta cuidarse. 

"Esta es una clínica de vanguardia con tecnología de vanguardia, pero lo más importante es que los pacientes sigan un estilo de vida saludable; puede sonar manido, pero es así, porque si tú no te cuidas cada día, no podemos completar el trabajo que hacemos aquí. Por ejemplo, algunos de mis colegas americanos son tan estrictos que no aceptan a un paciente que fuma", asegura el médico, uno de los mayores especialistas en medicina preventiva en nuestro país.

Según los últimos datos y proyecciones del INE, en el 2030, el 25% serán mayores de 65 años. Ahora hay en España unos 16.000 centenarios y en el año 2066 habrá 220.000, es decir, muchos de los actuales cuarentañeros y cincuentañeros. "Gracias a esta rama de la medicina, continúa Durántez, podemos reducir la morbilidad, comprimiendo las enfermedades que van a aparecer en la última fase de nuestra vida. Se trata de vivir hasta los 95 años, habiendo disfrutado hasta el último minuto". 
Es decir, como en la película Cocoon (1985) de Ron Howard, cuando un grupo de ancianos de una residencia se bañan sin permiso en la piscina cubierta de una casa vecina (en la alguien conserva unos gigantescos capullos rocosos que contienen los cuerpos de unos extraterrestres) y adquieren tal energía y vitalidad que empiezan a disfrutar de nuevo de la vida.

Fotograma de la película "Cocoon" (1982).

El doctor Durántez fue de la primera promoción de la especialidad de Medicina Deportiva. "Algunas de las pruebas que hacemos las empezamos a poner en práctica con deportistas, en los centros de medicina deportiva y Alto Rendimiento, midiendo la fuerza, la resistencia aeróbica, la flexibilidad... Si a eso le añadimos la elasticidad de las arterias, los niveles de melatonina o los marcadores de riesgo cardiovascular, la densidad mineral de los huesos... nos encontramos con la Age Management Medicine. Esa experiencia previa en Medicina Deportiva me ha sido muy útil porque, como médico de deportistas de alta competición, tienes que intentar que que tus deportistas estén lo más sanos posible, para prolongar su vida profesional y con el mayor rendimiento posible".
"Hasta los 35-40 años todos estamos bien, pero después empiezan a aparecer las 'goteras' producidas por el propio envejecimiento y, a partir de ese momento, todos estamos 'gestando enfermedades' (colesterol, glucosa, etc...). Las tendremos sí o sí, antes o después, pero gracias a estos chequeos y programas propios, podemos ir detectando el riesgo de que aparezcan las enfermedades cardiovasculares (hipertensión, infarto, ictus...), cáncer, enfermedades neurodegenerativas, metabólicas (como la diabetes) y del aparato locomotor, y posponer su aparición, lo que se conoce como compresión de la morbilidad”. 
"En nuestros análisis medimos algunos biomarcadores que no se cuantifican en la medicina convencional, entre ellos, la edad biológica"; no es la que está en tu DNI sino la que se corresponde con nuestro estado funcional interno o, en otras palabras, la que da pistas sobre el envejecimiento de nuestras células, tejidos, órganos... Para medir la edad biológica usan la Tecnología de Análisis Teloméricos de Life Length desarrollada por la doctora María Blasco (directora del CNIO en España): "Es una prueba de referencia, a nivel mundial, que mide los telómeros o estructuras de ADN en los extremos de los cromosomas que aseguran su integridad en el proceso de replicación celular", explica. 


Angel Durántez, en su consulta.

Según el doctor, buscan "un abordaje integral de esas enfermedades, en la fase subclínica de la enfermedad, porque así empezamos a ponernos en marcha antes, cuando todavía estamos a tiempo. Por ejemplo, si hablamos del funcionamiento neurocognitivo, saber cómo está funcionando nuestro cerebro nos hará detectar un deterioro cognitivo leve, mucho antes de que empiece una demencia. Y si además hay antecedentes familiares de Alzheimer, podemos empezar a tomar pronto todas las medidas que podamos".
Y después, ¿qué? Pues no hay atajos y sí cuatro acciones imprescindibles:
1) Hacer ejercicio: "Al menos 10.000 pasos diarios pero nunca en exceso. Pero, dependiendo de cada persona y de su constitución y hábitos, podemos recomendar desde un High Intensive Integral Training a un circuito de tonificación muscular. 
2) Seguir una dieta sana de bajo índice glucémico (con restricción de harinas refinadas y azúcares) y equlibrada en macro y micronutrientes. "Aquí lo tenemos fácil porque la dieta mediterránea es el paradigma: pescado, frutos secos, frutas y verduras. Sin embargo, este nuevo estilo de vida apresurado nos hace más difícil evitar la comida rápida y los alimentos procesados, y hacer cocina de mercado". 
3) Tomar suplementos nutricionales: Cuando, a pesar de seguir una alimentación sana (que equivale a "un menú diario de lunes a domingo con alimentos órganicos y frescos o mínimamente procesados"), no conseguimos los micronutrientes que necesitamos, prescriben aquellos suplementos (como, por ejemplo, la vitamina D o los omega-3) que nos ayuden a equilibrar o conseguir los niveles buscados. 
 
4) Encontrar el equilibrio metabólico u hormonal: "Ésta es la acción de mayor peso médico, porque la disminución de los niveles hormonales a lo largo de la vida produce los mismos signos del envejecimiento: alteración de sueño, aumento de peso graso, falta de vitalidad, cansancio, disminución de la libido y de la habilidad afectiva... ”. Una vez que recolocan esas hormonas, reponiéndolas hasta los niveles óptimos (los de una persona más joven), se recupera parte de la juventud perdida.
"Ahora sabemos que el equilibrio hormonal es esencial para mantener un buen estado de salud y controlar el envejecimiento: estrógenos, testosterona, progesterona, hormonas tiroideas, melatonina... son hormonas cuyo declive se relaciona con las enfermedades y los síntomas asociados a la edad en hombres y mujeres". 
Según este especialista, "con la Terapia de Reemplazo Hormonal Bioidéntico, además del alivio de los síntomas de la menopausia, de la mejora de la líbido y del sistema inmunológico, de la memoria y del nivel cognitivo, se produce también una mejora del sueño y de la piel, al aumentar el colágeno y la elastina, y por tanto el paciente se encuentra mejor, y su piel aparece más tersa". 

Imágenes de la película "El extraño caso de Benjamin Button".

"No son milagros, sino hechos probados -añade-: cuando incrementamos los niveles de testosterona en una mujer, aumenta la líbido, el flujo vaginal, desaparecen los sudores y los sofocos, y aumentan las ganas de vivir, de relacionarse. Pero, ojo, que un exceso de vitalidad, puede tener efectos perjudiciales, tanto en hombres como mujeres, llegando a la irritabilidad, impaciencia o esa 'falta de madurez' que nos caracteriza cuando somos más jóvenes". 
Por eso, es una medicina que él recomienda hacer en pareja porque "si uno de los dos viene a la consulta y sigue el tratamiento, y el otro no, el primero empieza a sentirse mejor, con energías renovadas, tiene ganas de vivir, de salir, de reactivar su vida sexual, relativiza los problemas... y el otro no, por lo que puede haber fricciones y desencuentros".
Durántez se formó también con el doctor Neal Rouzier, médico de California que lleva más de 50 años investigando la literatura científica existente acerca del reemplazo hormonal y los síntomas de la edad, y autor del libro How to Achieve Healthy Aging: Why Everyone Should Replace Hormones. A Review of the Medical Literature (“Cómo lograr un envejecimiento saludable: Por qué todo el mundo debería reemplazar hormonas. Una revisión de la literatura médica”): "En Estados Unidos lo saben desde hace años, por eso en las grandes clínicas de Age Management americanas se habla de ella como 'medicina para toda tu vida' e incluyen expertos en sueño y descanso, los que te enseñan a prevenir hábitos tóxicos, e incluso psicólogos, para reforzar esa parte emocional, además de la física". 


Lo que está claro es que en el siglo XXI se pondrán las bases para conquistar el sueño de permanecer jóvenes mucho más tiempo: recientemente, David Cox y Bradley Efron, dos estadísticos americanos, recibieron el Premio BBVA Fronteras del Conocimiento por sus herramientas para calcular la mortalidad de una enfermedad y la estadística fiable que predice cuándo te vas a morir.
De Matusalén se dice en la Biblia que vivió casi mil años. El premio del Ratón Matusalén (Methuselah Mouse Prize), fundado el año 2003 y dotado con 3,3 millones de dólares, reconoce las investigaciones cuyo fin es retrasar radicalmente e incluso revertir el envejecimiento y las enfermedades a él asociadas. La Fundación Matusalen brinda recompensas a aquellos investigadores que consiguen alargar la vida de los ratones hasta edades sin precedentes. Quizás, algún día, logren una transformación como la que sufre el personaje que interpreta Brad Pitt en la película El extraño caso de Benjamin Button.
Ahora sabemos que hay formas de "rejuvenecer" que no involucran la, a veces, tan antiestética cirugía estética, y que existe una alternativa al bisturí: apoyar el poder de cremas y tratamientos de belleza con la ayuda de la medicina preventiva antiedad, siempre bajo supervisión médica.


Como decía nuestra columnista Anna Grau, en una columna titulada Testosterona 'for girls': "Durántez está más en la línea de la vanguardia científica norteamericana que en la onda meramente cosmética de aquí. No busca disimular los achaques sino hacer emerger genuinos yacimientos de juventud oculta y sin explorar. (...) Que envejezcan los tontos". Totalmente de acuerdo.