Comer una onza de chocolate negro al día contribuye a mejorar nuestra salud. Y no lo decimos para justificar su consumo, no. Estudios recientes avalan que tomar de forma moderada el que en la antigüedad fue el fruto sagrado para el Pueblo Maya es, hoy día, muy beneficioso para la salud.
¿Y el motivo? Su composición. Dejando a un lado sus calorías -que las tiene-, su alto contenido en magnesio hace del chocolate un gran regenerador celular y relajante muscular por excelencia. Beneficioso para el corazón y para la circulación sanguínea es, también, la mejor solución para cuando estamos con el ánimo bajo. Y es que el chocolate potencia la producción de serotonina, la hormona responsable de la felicidad y la relajación, por lo que al comerlo no solo saciamos las ganas de dulce sino que también conseguimos una sensación de bienestar.
Un estado que también se refleja en nuestra piel. Porque el chocolate es, al contrario de lo que siempre hemos pensado, uno de los mejores aliados para nuestra belleza. El falso mito de que su consumo potencia la aparición de granitos nos ha perseguido desde siempre. Pero lejos de la realidad, lo cierto es que el chocolate puede ayudarnos a conseguir una piel más tersa y radiante, así como un cabello más fuerte.
Adiós a las arrugas y celulitis:
Gracias a su alto contenido en antioxidantes, el chocolate tiene la capacidad de ralentizar el proceso de envejecimiento además de mejorar el tono y la suavidad de nuestra piel. Por eso no es de extrañar que en los últimos años este se haya convertido en el protagonista principal de muchos de los tratamientos que se realizan en centros de estética y spas.
Apostar por cosméticos que incorporen el chocolate entre sus componentes es la mejor solución para combatir pieles secas, cuarteadas o con marcadas líneas de expresión. El hierro, calcio y vitaminas A, B1, C, D y E que forman parte de su ADN, mantienen los niveles de humedad de la piel y le aportan un punto saludable y brillo natural. Por otro lado, sus antioxidantes potencian la producción de colágeno y luchan contra los radicales, los principales causantes del envejecimiento, consiguiendo así que nuestra piel luzca tersa y fuerte durante más tiempo.
En cuanto a su uso, el chocolate es muy frecuente en tratamientos faciales y corporales. O bien mezclado con cremas hidratantes o aplicado directamente sobre la piel a modo de mousse o mascarilla, se ha demostrado que este es, además, beneficioso para reducir la celulitis y favorecer el rejuvenecimiento corporal ya que tiene propiedades desintoxicantes y reafirmantes.
Cabello fuerte y más sano:
Si es bueno para la piel, también lo es para el cabello. Ya sea comiéndolo o utilizándolo durante nuestros rituales beauty, el chocolate puede ayudarnos a conseguir una melena perfecta.
Aplicándolo mediante un masaje capilar y mezclado normalmente con keratina -proteína rica en azufre que constituye la parte fundamental de las capas más externas de la epidermis-, el chocolate aporta grandes nutrientes al cabello. Por un lado, la vitamina B1 lo nutre e hidrata mientras que el magnesio le aporta efectos antioxidantes que le proporcionan una mayor elasticidad. Además, la teobromina mejora la circulación y oxigenación del cuero cabelludo lo que ayuda a potenciar su crecimiento y recuperación, haciendo que luzcamos un cabello más fuerte y sano.
Por otro lado, se reduce la caída del cabello y gracias a los nutrientes y ácidos grasos esenciales del chocolate se mejora la salud y aspecto general, diciendo adiós a la sequedad y al cabello quebradizo.
En este sentido, apostar por mascarillas a base de cacao es recomendable para cabellos grasos, porque regula la cantidad de sebo, y también para cabellos secos, ya que los hidrata en profundidad.
La chocolaterapia está de moda:
Los centros de belleza y spas son los mejores expertos en belleza. Por eso, sabedores de las propiedades del chocolate, no han dudado en incorporarlo a sus tratamientos apostando por una tendencia en auge: la chocolaterapia.
Una técnica natural y muy completa con la que, a través de una serie de masajes realizados con crema de cacao y aceite de almendras; relaja, tonifica, nutre e hidrata la piel. Y aunque muchos puedan creer que se trata de un simple masaje normal, estudios recientes aseguran que la sensación que produce la chocolaterapia es similar a la que produce comer una tableta de chocolate. Y lo mejor de todo, ¡sin engordar!
Actuando sobre el sistema nervioso como ansiolítico y antidepresivo, la chocolaterapia también combate la celulitis e hidrata la piel aportándole proteínas, aminoácidos y oligoelementos que estimulan la circulación y eliminan la materia grasa.