Que la belleza tiene que ser accesible para todas es algo que damos por hecho; pero, a veces, nos olvidamos que eso es una auténtica utopía. No solo por el tema económico, -muchos de los tratamientos escapan a la mayoría de los bolsillos-, sino por otros motivos que tienen más que ver con la identidad de cada persona. Este es el caso de las mujeres musulmanas. Y es que las más practicantes, aquellas que han de rezar un total de cinco veces al día, estaban obligadas a quitarse el esmalte de uñas antes de empezar este ritual. Ahora, ORLY ha dado con la solución.
La firma norteamericana acaba de lanzar al mercado Halalpaint, una colección de esmaltes dedicada, por primera vez, a estas mujeres (aunque pueden ser utilizadas por todas, sin importar la religión). Una edición limitada que se ha realizado en colaboración con la página web Muslim Girl y que consiste en seis lacas en colores muy discretos que van desde el clásico nude hasta el morado.
Pero no era precisamente el color lo que daba problemas a las musulmanas, sino el esmalte en sí. Cualquier pintauñas impide que el agua toque la uña durante las abluciones, ese paso previo y obligatorio al rezo que consiste en purificar y lavar el cuerpo de todos sus pecados. Sí, uñas incluidas. Para evitar el tener que eliminar el esmalte cada una de las cinco veces en las que estas mujeres rezan, la marca ORLY propone una fórmula que permite la entrada de oxígeno a las uñas (y, por tanto, el agua), sin que el color se deteriore. Una línea que salta las barreras religiosas y que, además, es beneficiosa: fabricada con ingredientes exclusivamente halal (permitidos por la ley islámica, de ahí su nombre) y enriquecida con vitamina C, B5 y aceite de argán, ayuda a fortificar las uñas.
Así, las mujeres musulmanas no tienen que quedarse solo con el uso de la henna para decorar sus manos. Ahora también pueden contar con llenarlas de color. En Madrid, centros como Lorena Morlote (C/ Veláquez, 69) o Beauty Boulevard (C/ Juan Bravo, 21) ya son expertos en una manicura apta para todas las religiones.
EL POTENCIAL DEL MERCADO ISLÁMICO
El pasado mes de marzo, Nike presentaba su nueva línea de prendas deportivas orientadas al público musulmán, con el hiyab como producto estrella. Una propuesta que desde la multinacional aseguran busca no renunciar a la práctica de deporte por creencias religiosas; pero que, en realidad, ofrece a la marca, a partir de 2018 (momento del lanzamiento), un nuevo mercado en expansión.
Y son muchas las caras conocidas que se unen a este pequeño paso de apertura hacia el mundo de la moda. La patinadora sobre hielo de los Emiratos Árabes Unidos, Zahra Lari, confirmó sentirse emocionada tras probar este hiyab de Nike. O la modelo Halima Adem, que subió esta prenda a la pasarela la pasada Milan Fashion Week y la convirtió en la estrella de desfiles como Alberta Ferreti o Max Mara.