Puede parecer una tontería, lo sabemos. Pero una de las incógnitas más grandes del maquillaje -y también una en la que más veces nos equivocamos- es en el uso del corrector y el iluminador. A diferencia de la creencia popular, estos dos cosméticos no son el mismo. Tienen finalidades muy diferentes: el corrector busca ocultar imperfecciones mientras que el iluminador pretende lo que su propio nombre indica, dar luz a puntos concretos. Y usados de forma incorrecta pueden dar lugar a un verdadero desastre beauty.
BENEFICIOS Y USOS DEL ILUMINADOR
Corregir (pero no esconder) y unificar el tono de la piel. Aplicado convenientemente, el iluminador ayuda a esculpir los relieves del rostro, da luz a las zonas de sombra y atenúa los signos de la fatiga eliminando el aspecto apagado del rostro. Su uso es muy popular en la técnica del strobing. Además, amplía y despierta la mirada y realza visiblemente el contorno de los labios.
Suele ser utilizado en todas aquellas zonas en las que el rostro adquiere mayor volumen. Es decir, bajo el arco de las cejas, en la parte alta de las mejillas, en el rictus y entre las cejas. Pero el verdadero secreto para conseguir el efecto deseado reside en acertar con el tono adecuado para cada tipo de piel. Es fundamental apostar siempre por uno natural, un tono un poco más claro que nuestra piel, para conseguir así que este aporte esa luminosidad instantánea. En cuanto a su aplicación, lo recomendable es hacerlo con ligeros golpecitos, difuminándolo con movimientos suaves y circulares para evitar potenciar arrugas prematuras.
LA MAGIA DEL CORRECTOR
Ojeras, cicatrices, granitos o manchas, son el objetivo perfecto de este popular cosmético. Corregir imperfecciones es su principal función, pero lo cierto es que el corrector es mucho más. Su uso puede marcar la diferencia de un buen maquillaje y aplicar éste como si de un iluminador se tratase puede conseguir que queden en evidencia todas estas imperfecciones y, además, que se consiga una apariencia poco natural y muy sobrecargada.
Para ello, es importante saber que hay vida más allá del corrector nude. En este sentido, Dior se ha inspirado en las técnicas de maquillaje de Backstage para dar forma a su primer corrector de color multifunción: Fix it Colour. Un stick con dos texturas -en el centro cuenta con una fórmula perfeccionadora rica en polvos "Soft-Focus"- y elaborado en cuatro tonos expertos para actuar sobre las imperfecciones pigmentarias de la tez, contorno de ojos y labios.
Una propuesta de maquillaje basada en el “clowning” -maquillaje de payaso- y que, utilizados de forma individual o combinándolos, ofrece una solución específica a cada color.
VERDE PARA DECIR ADIOS A LA ROJECES Y GRANITOS
Tras el nude, es uno de los más populares en el uso del maquillaje. Específicamente dedicado a pieles claras o rosadas, este corrector de tono verde debe aplicarse mediante pequeños toques ligeros en todas aquellas zonas afectadas por las rojeces, en las que se quieran difuminar los vasos sanguíneos marcados o para tapar esos molestos e inoportunos granitos. Hay que tener cuidado con su uso porque si se abusa de él, se pueden hacer más visibles todas estas imperfecciones.
AZUL CONTRA LA TEZ AMARILLENTA
El tono azul-lila, experto en pieles caucásicas con subtono amarillo o en pieles asiáticas, unifica la tez fatigada y le aporta un toque extra de luminosidad. Se debe aplicar mediante ligeros toques sobre los puntos que captan la luz, como la frente y la parte superior de las mejillas, para conseguir así revelar una tez fresca y relajada.
AMARILLO, CORRECTOR DE MANCHAS Y OJERAS
Indispensable de todo neceser de belleza. Específicamente para pieles claras, el corrector amarillo actúa de forma concreta atenuando las zonas de sombra de las poco atractivas ojeras que aportan un aspecto cansado. Además, neutraliza el tono de los labios con tendencia azulada y, a su vez, potencian el color de las barras de labios.
ALBARICOQUE, EL ALIADO DE LA TEZ MATE
Concebido para unificar pieles de oscuras o bronceadas, este corrector elimina el tono apagado atenuando las manchas oscuras y las rojeces. Además, es perfecto para zonas con hiperpigmentación así como para difuminar ojeras oscuras con tendencia a tonos aceitunados.