Todo empezó en 1986. El objetivo era poner fin a la caza de ballenas. Una práctica obligatoria si se querían crear buenas cremas que no era, en realidad, necesaria. Aceites como el de jojoba podían utilizarse como sustitutos y ahorrarles a estos prehistóricos cefalópodos su sufrimiento y, al mismo tiempo, el que padecía (y padece) nuestro planeta. Esta primera colaboración con Greenpeace sirvió de origen a una historia de lucha por la protección animal que dura ya más de veinte años. The Body Shop, (que anunciaba ayer su compra por el grupo Natura Cosméticos) está marcando el camino y, este año, presenta su campaña más importante: #ForeverAgainstAnimalTesting (Siempre Contra la Experimentación Animal).
Tres años después, la firma de cosmética lanzó, junto a Cruelty Free International (BUAV, una de las organizaciones más antiguas y respetadas del mundo, además de una autoridad en esta materia a la que recurren, incluso, los propios gobiernos) su iniciativa En Contra de la Experimentación Animal, con la que llegaron a presentar en 2004 más de cuatro millones de firmas ante la Unión Europea pidiendo la prohibición de los experimentos en animales con fines cosméticos. Algo que consiguieron y de lo que se sienten muy orgullosos. Ellos fueron los primeros.
Casi diez años después, en 2013 y con un millón de firmas, consiguen que la Unión Europea prohíba la venta e importación de productos e ingredientes testados en animales. Un segundo paso que afianza su compromiso con el mundo. Ese mismo que les lleva a su siguiente objetivo: un convenio internacional. Y es que, más del 80% de los países aún no cuentan con leyes que prohiban este tipo de experimentos, sabiendo que existen numerosos alternativas fiables para encontrar ingredientes con la misma finalidad cosmética.
La gente se confunde con la experimentación en animales. En todas artes del mundo, las personas quieren que esta práctica cruel se acabe y, sin embargo, hay un mosaico de leyes diferentes que presentan grandes vacíos
Por eso, la alianza entre The Body Shop y Cruelty Free Internacional es tan importante, porque con ella se pretende conseguir un Convenio Internacional de Naciones Unidas que ponga fin a todos los experimentos con ingredientes y productos cosméticos en animales en todo el mundo y para siempre. La campaña más ambiciosa de la firma que, desde su inicio, ha apostado por un maquillaje que se desmarca de estas prácticas y que es igual de efectivo.
En The Body Shop creemos firmemente que no se debe hacer daño a ningún animal en nombre de la cosmética y que la experimentación en animales es algo anticuado, cruel e innecesario
Una amplia gama de productos que van desde bases elaboradas con aceites provenientes del árbol de té, labiales con ingredientes 100% vegetarianos o brochas con cerdas sintéticas y mangos fabricados a partir de madera FSC, es decir, fuentes totalmente sostenibles. Una tendencia que va más allá de esa cosmética orgánica que se tanto se busca estos días.