El éxito mundial de Cosentino

Francisco Cosentino, presidente de Cosentino, ha recibido hoy mismo el Premio Nacional de Innovación y Diseño con el que se reconoce el trabajo de la marca y el largo historial de éxitos que ha conseguido en el mundo de la arquitectura a nivel internacional.

Corría el año 1940 cuando Eduardo Cosentino decidió comenzar la explotación de unas canteras de mármol en Macael (Almería). Una elaboración de producto básica, que desencadenó en la construcción de una revolucionaria planta industrial en la que se iniciaría toda una línea de investigación y desarrollo para encontrar los materiales del futuro. Así, en 1990 nació, por ejemplo, Silestone®. Un material que es ahora el rey indiscutible de la cocina. Una cocina que, a su vez, se ha convertido en señora de la casa.

Dekton by Cosentino por Marisa Gallo en Casa Decor 2016.

Cosentino es una compañía global que no pierde su esencia familiar, que produce unas superficies de alta calidad y que se han convertido en toda una referencia en el mundo de la arquitectura y el diseño. Ha generado además, otros productos como Dekton® o Sensa by Cosentino® que se han ganado ya una identidad propia. Son productos tan tecnológicamente avanzados que permiten modelar incluso el espacio público.

Suyo es el diseño, entre otros muchos proyectos, del restaurante de Dani García en Marbella, donde los comensales pueden ver cómo se trabaja en el mundo de la alta cocina, gracias a la elegante conexión entre comedor y cocina.

Le Cabrera, Cocktails & Gastrobar en Madrid con dos barras de doce metros de largo en el que el arte se mezcla con su exclusiva carta de tapas. O el restaurante Tuset en Barcelona, donde se encontraron con el reto de incluir la cocina entre las mesas del comedor sin perder un ápice de modernidad.

Silestone Kensho. Grupo Consentino

Y es que la firma Cosentino siempre ha estado y está comprometida con el diseño y la arquitectura, uniendo su larga tradición con una modernidad que exige un trabajo sencillo de resultados elegantes y adaptados a las necesidades que el espacio pide, creando así, una experiencia perfecta desde el propio edificio. Que sea él quien salude al invitado cuando entre y le haga sentirse como en casa. Esa y no otra es la nueva filosofía del diseño actual.