Complicarse demasiado no significa que el plato que vayamos a cocinar esté más rico. Se puede ser mucho más sencillo en los fogones y que el resultado tenga el mismo éxito, como un delicioso tentempié de frutas con queso gratinado. Sí, porque la combinación de fruta y queso es una opción inmejorable. Normalmente se sirven estos ingredientes en brochetas o ensaladas, nosotros lo vamos a pasar antes por el horno y vamos a hacer del queso una auténtica experiencia en el paladar.

Ingredientes (para 4 personas):

400 gr de fruta (fresas, cerezas y manzana)

150 gr de nata

150 gr de queso cremoso

5 gotas de extracto de vainilla

Azúcar

Preparación:

Pon en remojo las frutas, lávalas, sécalas, deshuesa las que sean necesarias y trocéalas. Si eres de los que no disfrutan masticando la piel, entonces deberás pelar la manzana. Cuando tengas el combo de frutas ya bien troceado, repártelas en cuatro moldes para gratinar y precaliente el horno (con la opción del gratinado).

En un bol, mezcla la nata, el queso cremoso y el extracto de vainilla. Después de remover bien, vertemos un poco en cada molde, asegurándonos que somos equitativos a la hora de repartir. Además, añade una cucharada de azúcar a cada plato de fruta.

Gratina los moldes en el horno hasta que el azúcar se haya caramelizado.

Truco:

si quieres que el postre sea lo menos calórico posible, entonces compra nata bajo en grasa y queso cremoso desnatado. ¡Serán sólo 180 calorías por plato!

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