James Morton estaba en una fiesta de la universidad cuando, sin querer, descubrió la que sería su verdadera pasión. Como era habitual, la cerveza se había convertido en la protagonista del evento, pero a diferencia de las anteriores reuniones, uno de sus amigos decidió innovar y llevar algunas de sus cervezas artesanales. Morton, incrédulo, se decidió a probarlas creyendo que su sabor le iba a decepcionar. Pero para su sorpresa, lo que ocurrió fue todo lo contrario.
Fue así como el autor del libro ‘Brew: Fabrica tu propia cerveza’ (Librooks) comenzó su estrecha relación con la cerveza artesanal. Este fue el punto de origen y también el responsable de que hoy, años después, este graduado en medicina se haya convertido en todo un experto en la materia. De hecho, es colaborador habitual del Sunday Mail -donde escribe artículos sobre la materia-, autor de How Baking Works'Brilliant Bread y ganador del premio Guild of Food Writers Cookbook of the Year en 2014.
Siempre se ha considerado una persona muy curiosa. Y recuerda que, cuando probó por primera vez la cerveza casera fue "su sabor diferente y la idea de la fermentación" lo que más le llamó la atención. “Esperaba que me decepcionara, no creía que algo que se pudiera hacer en casa me fuese a gustar. Sin embargo, me sorprendió. Tenía un sabor que realmente no se asocia con la cerveza. Y la única manera de descubrir cuál era su secreto era aprender a prepararla”. Y no lo dudó ni un segundo.
Para ello, hizo lo que todo el mundo habría hecho: comenzó a relacionarse con entendidos en el tema, buscó (y rebuscó) información en Internet y leyó numerosos libros. Manuales extensos e imposibles de los que sacó una única y clara conclusión: ninguno era fácil de entender para un principiante.
Fue por eso por lo que decidió animarse a escribir el suyo propio. Un libro que se ha convertido en todo un éxito de ventas -un auténtico objeto de culto entre los apasionados del mundo gastronómico- y en el que Morton explica “como en una conversación” el paso a paso del proceso de fabricación con consejos, ideas y algunas de sus recetas más galardonadas. Y, sobre todo, muy bien ilustrado; para que cualquiera pueda entenderlo y darse cuenta “de lo fácil que resulta hacer una cerveza extraordinaria”.
De hecho, según Morton tan solo hace falta cebada malteada, lúpulo, agua y levadura; una olla grande y una bolsa de muselina o voile. Y tiempo, mucho tiempo. Porque la elaboración de la cerveza “no es para los impacientes”. Su proceso puede durar entre 1 o 3 semanas, dependiendo del tipo de cerveza que se quiera conseguir y de su fermentación. Tampoco lo es para los perfeccionistas. “A menudo, las cervezas artesanales tienen defectos técnicos que no están presentes en los ejemplos multinacionales. Muchas veces pruebo cervezas que son pobres o no están a mi gusto, pero otras, sin embargo, el resultado es interesante, intrigante o impresionantemente bueno”.
Y es que es en la variedad donde está calidad. “Existen cervezas alemanas, británicas, americanas, belgas...Y dentro de cada una de estas categorías hay cientos de subestilos y miles de variaciones y combinaciones imposibles”. El mundo de las cervezas es infinito y es por ello por lo que una vez que te introduces en él, es imposible no querer saber más y más. Porque como dice James, "una vez que pruebes la artesanal, tu vida cambiará". ¿Te animas?