Estos remedios (caseros) acaban con la caspa

La caspa no es un problema del cabello, si no de la piel. Se trata de una reacción del cuero cabelludo irritado, que provoca resequedad y enrojecimiento.

Este problema aparece cuando el microorganismo Malassezia descompone las grasas del cuero cabelludo y produce ácido oleico –sebo- que irrita la piel, acelerando la renovación de las células y haciendo que éstas se acumulen en la superficie.

Según profesionales, cerca del 50% de la población tiene piel sensible al ácido oleico, que es lo que termina formando la caspa. Existen muchos remedios para evitarlo, y aunque es mejor que vayas a tu dermatólogo y preguntes, puedes ponerlos a prueba:

Aceite de eucalipto

Los expertos en nutrición aseguran que este aceite es ideal para combatir el hongo que causa la caspa. Puedes agregar unas cuantas gotas de este aceite a tu champú y lavarte el cabello como siempre. Si no, también puedes hacer una infusión con las hojas del árbol y luego enjuagarte el pelo con el agua, siempre después de haber aplicado tu champú. También puedes usar aceite de árbol de té.

Vinagre Blanco

El vinagre tiene ácido acético que las bacterias y los hongos no toleran. Lo mejor es mezclarlo con agua y aplicártelo al cabello después de habértelo lavado con champú. Puedes dejarlo durante toda la noche o puedes lavártelo después de haber dejado que hiciera acción durante unos minutos.

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Pasa lo mismo con el limón

Exprime uno y usa el jugo para darte masajes en el cuero cabelludo. Déjalo reposar unos cinco minutos y luego lávate el pelo con champú. Tienes que hacerlo a diario para que surja efecto.

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Tomillo y salvia

Estos ingredientes tienen propiedades antisépticas y antifúngicas que pueden ayudar a tratar la caspa. Hierve cuatro cucharadas de tomillo seco y salvia. Cuando la infusión se enfríe, usa el agua para masajear el cuero cabelludo. Debes dejártelo durante dos o tres horas antes de volverte a lavar el pelo.

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Evita el estrés, puede debilitar las defensas naturales de tu cuerpo dejándote con menos capacidad para reaccionar ante la irritación del cuero cabelludo.