El afeitado es para muchos hombres un ritual. Cada uno tiene sus costumbres y manías, o prefieren hacerlo de una u otra manera. Sin embargo, existen ciertas reglas que optimizan el resultado, toma nota:
Prepara tu piel antes del afeitado
Puede que uses alguna revolucionaria máquina nueva ‘húmeda y seca’, es decir, que se puede utilizar con o sin agua, pero si no es el caso, entonces obtendrás muchísimo mejores resultados si tu mentón está bien limpio y seco. No olvides utilizar un producto de pre-afeitado a base de alcohol para eliminar la suciedad y el sebo de la piel, esto mantendrá tu piel protegida y evitará que se te irrite.
El ángulo perfecto
Mantén la máquina de afeitar en ángulo recto a la cara y utiliza tu mano libre para tirar de su piel para que el vello esté más visible. Esta acción asegurará que la máquina tenga un máximo contacto con la piel, reducir el tiempo de afeitado y minimizar algún que otro enrolamiento.
Mantén la afeitadora en algún lugar fresco
Sabemos que no es un alimento, pero es mejor si se deja en algún lugar libre de calefacción. Al ser motorizadas, la mayoría de las máquinas generan un grado de calor al utilizarlas, por lo que es conveniente que comiences primero con las partes sensibles, como el cuello.
Mantenimiento
Todo dura más si se trata bien y se cuida bien, las máquinas de afeitar no son una excepción. Siempre obtendrás mejores resultados si la limpias tras cada uso y además prolongarás la vida útil del producto. Para ello, utiliza algún cebillo de limpieza para eliminar pelos de la barba o polvo que pueda tener. Si usas un afeitador a láminas, entonces deberás cambiarlas cada 1-2 años, dependiendo de la dureza de su hoja.
Paciencia
Nada más imprescindible para que quede un buen afeitado que la paciencia. Con el tiempo, adquirirás la destreza para hacerlo más rápido y preciso, pero siempre y cuando aprendas con entereza y sosiego, como todo en la vida.