Una carretera y James Dean sobre dos ruedas. ¿Lo tienes no? Exacto. Esa mirada, esa cazadora. Una prenda que se perdió en la década de los noventa pero que hace dos años fue recuperada y ahora, se convierte en un imprescindible de tu armario. Se llama biker y es perfecta para dar el salto del invierno a la primavera.
Es un tipo de chaqueta polivalente que queda bien con todo y que identifica al hombre que la lleva con esos tipos duros de los años 50. Su origen se remonta a 1913, cuando la firma estadounidense Schott, -formada por los hermanos Irving y Jack-, comenzó a fabricarlas en su sótano del Lower East Side en Manhattan (Nueva York). Su nombre fue otro: perfecto, en honor a la marca de cigarrillos favorita de los Schott, con cremalleras en los puños, grandes solapas y remaches metálicos. Hasta que se convirtieron en el complemento obligado de todos los conductores de Harley-Davidson y empezaron a ser conocidas como bikers.
Un uso que se extendió a los soldados que combatían en Europa y Asia durante la Segunda Guerra Mundial y que llegó a manos de Marlon Brando, que la hizo suya en la película Salvaje (1954). Las ventas se dispararon y James Dean la convirtió en objeto de culto con un arriesgado modelo en piel roja durante la película Gigante (1959).
Asociada siempre a la rebeldía más juvenil, fue John Travolta en Grease (1978) quien, definitivamente, la instaló en todos los armarios masculinos. Y músicos como Mick Jagger o Los Ramones las reinventarían, por primera vez, para el movimiento punk. Fue entonces cuando marcas como Gucci o Prada se atrevieron a subirlas sobre la pasarela. Hoy recogen el testigo series de televisión como Sons of Anarchy, haciéndolas volver a sus raíces sesenta años después, con la estética más pura y motera.
De actitud valiente y desenfrenada, la biker es una prenda que no puede faltar entre los básicos de un hombre. Desde su forma más original hasta los estilos más minimalistas y contemporáneos, la mejor forma de combinarla es siempre con un pantalón vaquero, una camiseta blanca y unas inmaculadas sneakers; -sí, eso también se lo apropió James Dean-.
Una pieza atemporal que ha ido perdiendo su objetivo original, -el de proteger del viento a bordo de una motocicleta-, y que se convierte en esa prenda que llevan las hombres con estilo. Un icono básico que requiere inversión, por lo que acertar se convierte en algo obligado.
Desde la más clásica en un solo color, generalmente en negro, hasta las reinvenciones de Zara en cuero o polipiel, con cremalleras metálicas o apliques, solapas abiertas, diferentes materiales y texturas e, incluso, en patchwork. Si quieres que se convierta en tu imprescindible, sin duda, quédate con la negra, gris o marrón. Otros colores, como el azul marino o el camel, son una buena opción para darle un toque mucho más actual.
El cuero es el material más usado en ellas, pudiendo suavizar su estética combinándolo con piel de borrego o apostando por mezcla de texturas: neopreno, haciéndote con una de algodón para las noches primaverales o de lino para conseguir un estilo mucho más ligero.
Las entalladas son las que más triunfan, con o sin cinturón, pero siempre pegadas al cuerpo. En esta prenda, el oversized no funciona. Debe quedar cuadrada en los hombros (como una blazer) y terminar justo en la línea del cinturón. Lo bueno es que puedes elegirla con todos los botones, aplicaciones y cremalleras que quieras. Eso sí, la delantera ha de ser irregular, si quieres mantener su diseño original. Pero olvídate de flecos o cortes que puedan confundir tu estilo más motero con el de un auténtico cowboy que se ha perdido en la ciudad.
Su cuello, sin embargo, sí debe ser ancho, con facilidad para doblarse y conseguir un estilo más transgresor. Aunque aquí las reinvenciones también son visibles, desde los cuello chimenea hasta los de tipo mao en su visión más casual. Mira la pequeña selección que hemos preparado para que encuentres tu básica perfecta.