El estilo de Bruno Mars a examen
A pocas horas de su concierto en Madrid, el cantante llega con la maleta llena de pijamas de seda y chándales de piel. Pero en algún momento, lo suyo fueron los esmóquines negros y los sombreros fedora.
3 abril, 2017 17:32Las Vegas por la noche. Un avión que acaba de aterrizar en medio de una solitaria pista abre sus puertas para dejar que nos colemos en su interior. Y una pegadiza melodía de fondo que nos invita a una fiesta que se acerca: tonight. Sí, es esta misma noche. Y la estrella que la organiza se está terminando de vestir: bermudas negras, una llamativa camisa, miles de accesorios en forma de collares, anillos y pulseras; y una gorra que te da la clave: XXIV. Es Bruno Mars y le gusta llamar la atención.
A fuerza de talento musical, simpatía y extravagantes estilismos. Hoy está en Madrid para un concierto en el que las entradas no duraron ni una hora y un fin de semana en el que ha revolucionado la capital. Con una maleta repleta de color, este cantante y compositor de Honolulu (Estados Unidos) ha tenido siempre un estilo propio que va, desde los esmóquines más clásicos y las camisas de cuadros a los pijamas en seda y el abuso de complementos.
MEZCLA LO NUEVO CON LO VIEJO
Con cierto toque nostálgico, Bruno Mars siempre ha sabido que lo clásico es la mejor opción para las grandes citas. Prefiere las corbatas negras muy finas, los esmóquines y la ausencia de estampados para sus apariciones en eventos y galas en las que no tiene que actuar. Porque para él, un concierto no es solo un concierto, es un auténtico show.
Aunque le gustan los colores fuertes y llamativos, se mantiene fiel a los pantalones de corte recto. Con cierto aire preppy, sabe mezclar modernos jeans con zapatos de tipo Oxford, que suele llevar sin calcetines. Y la cazadora biker en piel negra es uno de sus básicos, una tendencia en auge que ya vimos la semana pasada. Una prenda que se convierte en una cazadora vaquera XXL, en una bomber de Versace o, incluso, en un llamativo trench rojo.
CUBRE TU CABEZA CON UN FEDORA
Porque si hay algo que grite, precisamente, eso de clásico es, sin duda, un fedora. El sombrero más utilizado de la historia del cine, -como ya vimos, por ejemplo, con la trilogía de El Padrino (1972)-, acorta su ala y acompaña tanto los trajes más sencillos como los estilismos más arriesgados del cantante.
Un accesorio que hace más alto a quien lo lleva y que Mars combina con pantalones en negro y azul, para las opciones en jeans, o estampados y a todo color. Además, se convierte en la tercera prenda cuando decide ir con blazer y sin camiseta. Porque él se viste por capas.
Pero el fedora ahora comparte sitio con las gorras, que le ayudan a promocionar su nuevo disco 24K Magic o a verbalizar aquello que quiere decir, y con su inconfundible tupé. Porque cuando se cansa, eleva aquél cardado tan conocido de James Dean y lo trae hacia delante.
ACCESORIZATE SIEMPRE
Collares, pulseras, anillos, relojes y gafas. A Bruno Mars no le falta ninguno de los complementos que conforman un armario masculino. Y, aunque parecía fiel a muchos, sus Rayban Wayfarer, por ejemplo, tuvieron que dejar sitio a otros modelos que, al menos, convierte en iconos.
Para los relojes, elige siempre el tamaño XXL y el dorado. En el calzado se divide entre esos zapatos tipo Oxford sin cordones de los que ya hemos hablado y las deportivas, sobre todo, las míticas Converse.
Y, AHORA, EL CHÁNDAL PUEDE SER TENDENCIA
Con una clara inspiración en otros grandes de la música como Michael Jackson o Elvis Presley, él ha decidido que el chándal puede ser su opción sobre el escenario. Y esto no quiere decir que no sepa hacerlo de una forma elegante; él es diferente.
Para los conciertos de la Superbowl del año pasado eligió un total look en negro, con prendas deportivas en piel y complementos en oro. Sin embargo, para la edición de hace tres años, eligió un Saint Laurent de blazer dorada y pantalón negro. Elegancia clásica traída al siglo XXI. Porque insistimos, Bruno Mars mezcla: melodías, letras, camisas de volantes y estampadas a cuadros, pijamas de seda en escenarios de todo el mundo. Y, al final, siempre es todo un éxito.