Al igual que ocurre con las tendencias femeninas, las grandes pasarelas definen cómo será la forma de vestir del hombre moderno temporada tras temporada. Pero a diferencia de éstas, la moda para ellos viene más extravagante que nunca. Con la comodidad como premisa y la vuelta de grandes clásicos de los años 80 y 90, esta primavera-verano el hombre no entiende de vergüenza.