Según datos emitidos por la OMS (Organización Mundial de la Salud), “más de 1.000 millones de personas viven con algún tipo de discapacidad”. Este dato representa alrededor del 15% de la población mundial y pone de manifiesto la necesidad de integrar a estas personas en el mundo de la moda.
El pistoletazo de salida por la inclusión de la diversidad en el mundo de las pasarelas lo produjo la cadena Británica BBC cuando, en 2008, emitió el Reality “Britain´s Missing Top Model”. En él se lanzaba la necesidad de conseguir nuevas bellezas, romper con los cánones impuestos por la sociedad y convertir a mujeres con discapacidad en estrellas de la moda. La ganadora aparecería en una revista de moda. La compañía que produjo el programa se defendió del aluvión de críticas afirmando: “Nuestra intención es que las mujeres con discapacidad dejen de ser invisibles para la industria de la moda por el mero hecho de que son discapacitadas”.
Pero quien ha marcado la diferencia ha sido el diseñador italiano Antonio Urzi, cuando presentó la primera colección de Alta moda para personas con discapacidad, en la Semana de la Moda de Nueva York, junto a la firma FTL y en colaboración con la Fundación Vertical, que promueve las investigaciones sobre lesiones de la médula espinal.
Titulada Moda Loving You (Otoño/Invierno 2015-2016), para presentarla, Antonio Urzi subió a la pasarela a Madelina Stuart, con síndrome de Down; Rebekah Marine, con prótesis en un brazo; y Leslie Irby, en silla de ruedas.
Antes, la diseñadora Carrie Hammer había contado con Jamie Brewer, con síndrome de Down, quien desfiló como una auténtica top model.
Hablamos de gente que nunca pensó que un mundo tan etiquetado y cerrado por los cánones estuviera a su alcance. Modelos como Winnie Harlow, que padece vitiligio (una enfermedad de la piel que impide que se desarrolle bien la melanina), y que desde pequeña siempre quiso ser modelo. La oportunidad de subirse a la pasarela y hacer campañas le llegó gracias al programa America's Next Top Model, donde se dio a conocer. En España saltó a la fama por una campaña publicitaria de Desigual.
Casos como el de esta modelo han sido ejemplos para niños con las mismas patologías o discapacidades. Recientemente en el programa americano The Real apareció April Star, una niña de 10 años, con la misma enfermedad y el mismo sueño que tenía Harlow. La pequeña suma más de 62.000 seguidores en su cuenta de Instagram. La modelo dedicó sus palabras más cariñosas cuando le preguntaron si tenía algún consejo para la niña: “Es perfecta tal y como es. Ella va un paso por delante de mí cuando tenía su edad, así que va por buen camino”.
La última famosa que se ha sumado al fenómeno “modelo ejemplar” que fomenta la integración y la igualdad ha sido Beyoncé. Jillian Mercado de 28 años, que sufre distrofia muscular, ha sido la elegida como imagen de la marca Beyoncé. No es la primera vez que Mercado lidera una campaña de moda, pues en 2014 fue imagen de Diesel y, más adelante, de los almacenes Nordstrom (que actualmente distribuyen la firma deportiva que ha lanzado Beyoncé, Ivy Park).
Un fenómeno que parece viral en el mundo de la moda y que muestra a modelos no sólo de pasarela sino de superación. Esto ya se ha hecho notar en el mundo real donde niños con discapacidades y problemas de piel han puesto sus esperanzas en estas figuras. Un nuevo mundo de cambio e integración se abre a los escaparates mundiales.
En España, la FIMI (Feria Internacional de Moda Infantil) presentó este verano sus propuestas para el próximo verano con modelos con síndrome de Down.
¿Será la transformación definitiva de lo que conocemos como el "mundo modélico"?