Star Trek: Más Allá es la tercera entrega de la reinvención que ha hecho el director estadounidense J. J. Abrams de la legendaria historia. Pero comenzó siendo una serie de televisión, en la década de los 60, creada por el estadounidense Gene Roddenberry, y posteriormente dio el salto al cine.
La franquicia marcó un antes y un después en la difusión de la ciencia-ficción, y su influencia se traduce en numerosas referencias, películas, series de televisión, como la comedia americana The Big Bang Theory, que hace numerosos guiños a la saga. Pero su impacto trascendió tanto la pequeña como la gran pantalla, y sigue siendo visible hoy en diferentes ámbitos: desde los avances tecnológicos y la exploración científica hasta la igualdad entre los sexos y razas e incluso la moda.
La década de los 60 no se entiende sin la imagen futurista que proyectaban ésta y otras series que siguieron su estela, y que saltó de las pantallas a las pasarelas. Entre los pioneros de esta “era espacial de la moda” destacan diseñadores como Yves Saint Laurent, André Courrèges, Paco Rabanne o Pierre Cardin, quien diseñó la colección Cosmos basándose en la ciencia-ficción.
Estos visionarios se inspiraban en la vestimenta de la ciencia-ficción para adaptarla a la ropa de calle a través de formas geométricas, del color plateado y de los tejidos plastificados o con brillos metálicos.
La influencia que la estética espacial tiene en la moda sigue muy presente en la actualidad. Un ejemplo es la colección de gafas de sol que la cantante Rihanna ha diseñado para Dior, inspiradas en el personaje Geordi La Forge de Star Trek. La colección, que salió a la venta este verano, cuenta con seis modelos de gafas con diseño futurista y colores llamativos.
La marca de cosméticos MAC también se ha sumado recientemente a la fiebre trekie, lanzando una colección temporal de maquillaje inspirado en la célebre saga. Su objetivo es resaltar a las poderosas mujeres que aparecen en ella. Así, la Comandante Deanna Troi, Uhura, Vira Orion Girl y Seven of Nine inspiran un total de 25 productos entre los que predominan los tonos plateados y dorados o el verde mercurio.
Además de las texturas metalizadas y los brillantes colores, característicos de la ropa futurista, son cada vez más las marcas que van un paso más allá de la estética y deciden incorporar el elemento clave para que se considere ropa del futuro: la tecnología. Desde prendas de ropa que reaccionan al ambiente o ropa rastreable hasta telas con luces LED o conectadas a Internet, la moda cada vez está más cerca de parecerse a los inventos que, en su momento, cuando aparecieron reflejados en Star Trek, parecían hechos únicamente para la ficción.
Star Trek es el claro ejemplo de que una serie o una película puede crear una imagen, un icono que se repite y se reinventa a lo largo de las generaciones, un estilo que puede seguir siendo tendencia 50 años después de su creación.