Muchas son las culturas, entre ellas la española, que consideran este día como de mala suerte (en Estados Unidos es el Viernes 13). Y, para algunas personas, puede llegar a ser una enfermedad: la triscaidecafobia es el nombre que se le da al miedo irracional al Martes 13.
Originalmente esta combinación, al parecer maldita, se atribuye a acontecimientos históricos que ocurrieron en martes o 13. Desde la antigüedad se relaciona esta fecha con la Última Cena de Jesucristo en la que Judas se consideraría el número 13 por ser el que traicionó a Jesús. De ahí la superstición de que no debe haber 13 personas sentadas a la mesa durante una comida o una cena.
Y existe tambien una leyenda escandinava que cuenta que en una cena de dioses en el Valhalla, el invitado número trece fue Loki, el espíritu del mal. Recordemos que en la película del superheroe Thor, su hermano se llama Loki y es el villano de la historia, ¿casualidad? quizás no.
"Martes" proviene del planeta Marte, llamado en la Edad Media "el pequeño maléfico", cuyo color representativo es el rojo, asimilándose así a la sangre y la violencia. Un martes del año 1453 la ciudad de Constantinopla cayó. Y la leyenda dice que un martes 13 se produjo la confusión de lenguas en la Torre de Babel, siendo la causa del desastre.
Pero, además de estos ejemplos de la historia, hay algunos que relacionan las supersticiones con la moda:
1. Los paraguas, según los supersticiosos, no deben abrirse en sitios cerrados porque el mero hecho de hacerlo acarreaba mala suerte.
2. El "algo nuevo, algo viejo, algo azul y algo prestado" de las novias: una combinación imprescindible para garantizar el éxito del enlace, según quienes creen en ello; cada uno tiene su significado especial, pero "lo prestado" representa una antigua superstición que dice que si la novia lleva algo prestado de alguien que tiene un matrimonio feliz, este objeto atraerá para la pareja dicha felicidad.
3. Poner el sombrero encima de la cama: antiguamente se relacionaba con la pérdida de conocimiento y la posibilidad de quedarse "con la mente en blanco" en un momento importante.
4. El color amarillo trae connotaciones negativas si queremos atraer a la buena suerte. Sobre todo en el ámbito del espectáculo pues, en el teatro, los actores no llevan una prenda de este color. Su origen viene dado tras la muerte del dramaturgo Moliére, supuestamente, durante la representación de una obra en la que iba vestido de amarillo.
5. Dejar el bolso en el suelo: otra superstición extendida asegura que da mala suerte, aunque la lógica recomienda no hacerlo pero para no ensuciarlo, sobre todo si es caro o de un material o color difícil de limpiar.
6. En China, el rojo es el color de la prosperidad y la buena suerte, por eso las novias visten de ese color. Y por la misma razón se dice también que llevar una pulsera de color rojo sirve para evitar las malas envidias. Y en Fin de Año existe la costumbre de llevar ropa interior o alguna prenda de color rojo para pedir buena suerte durante el año que entra.
7. Ponerte la ropa del revés: en algunos países significa buena suerte, porque te van a hacer un regalo o dar una sorpresa.
8. Llevar perlas el día de la boda, en México, representa tener lágrimas en el matrimonio.
9. Romper un espejo: según la extendida superstición, provoca siete años de mala suerte.
10. A lo largo de la historia se han representado muchos objetos como propicios para atraer la buena suerte o ahuyentar la mala, por ejemplo, un trébol de cuatro hojas, una herradura o una pata de conejo. Y en cada cultura existen amuletos a los que se atribuye éxito o felicidad, que se llevan como colgantes, llaveros, etc... También hay diseñadores que los escogen como estampados de sus prendas, para dar suerte a quien las lleve.
Y cada persona puede tener ciertos objetos a los que dotamos con el poder de traernos buena suerte, simplemente porque llevábamos en ese momento que algo bueno nos pasó. Ya sea un jersey, una camiseta o unos calcetines, cualquier prenda puede convertirse en un talismán, si la persona que la lleva está convencida de ello, así que ¡cuidado con lo que te pones no sólo en martes y 13, sino cualquier día del año!
Y tú, ¿qué superstición tienes?