El baile como late motive de la colección para la Primavera-Verano 2017 de la diseñadora española más country. Una acción primaria que descubre los movimientos más básicos de nuestra anatomía, para presentar una colección, trabajada al máximo, con vestidos que acaban siendo joyas preciosas únicas.

Vestidos que podrían ser guardados en un joyero.

En su homenaje a las plumas, la creadora da forma al marabú u oca teñida para crear flores en forma de peonías (con esas mismas plumas). Lo que da alas a una colección, bordada casi por entero, por las manos de la propia Teresa con ayuda de su madre, que ha intervenido en las creaciones de la firma durante ya sus dos décadas de existencia.

Plumas en vestidos y chaquetas para la próxima primavera-verano.

Y es que los bordados, cristales o canutillos aportan una brillantez que Helbig sabe dulcificar para que su melting pot de bailarinas, flappers (las mujeres de los 20 que rompían reglas con faldas cortas, mientras fumaban, bebían, escuchaban jazz y bailaban), el burlesque o la cultura de club de los 90” tenga sentido y sensibilidad. 

Estética de bailarinas.

Un trabajo que la ha aupado a la firma como una de las mejores apuestas en la 64ª edición de la MBFWM y de nuestra moda. Mañana mismo puedes tener ese vestido, como homenaje a las plumas, que es pura artesanía para danzar hasta caer.