Si Pantone veía el color de este año 2016 en azul serenity y rosa cuarzo, Modesto Lomba ve la Primavera-Verano 2017 en blanco y azul, los dos colores en los que basó su colección para la próxima temporada.
Y aunque el diseñador lo describe como "azul plomo o azul marino, el que queda en las fachadas con el paso del tiempo y la oxidación", lo cierto es que, bajo los focos de Ifema, en algunos modelos me recordó un poco al azul cerceta.
La propuesta del presidente de ACME, la Asociación de Creadores de Moda de España, se basa en el Wabi-Sabi, una corriente estética japonesa que reivindica la belleza imperfecta. A diferencia de los griegos, cuyo ideal se basaba en la perfección, el Wabi-Sabi nos acerca, como dice Modesto Lomba, "a una elegancia subestimada".
El concepto de Wabi-Sabi ha evolucionado y así, si en sus orígenes la palabra Wabi hacía referencia a la soledad de vivir en la Naturaleza, luego derivó a la sencillez de lo rústico y la tranquilidad del campo. Mientras que Sabi, que al principio significaba "frío", "flaco" o "marchitado" evolucionó hacia la serenidad y la belleza que adquieren algunos objetos con el uso, el desgaste o la edad.
Formas amplias, con los volúmenes arquitectónicos que son marca de la casa desde sus orígenes. Vestidos troquelados, con adornos y aplicaciones que son un ejercicio de papiroflexia en tela, y cuyos bordes "se descomponen hasta parecer papel", como explica el diseñador de Vitoria.
Prendas ligeras, en organzas de algodón y de seda, en lino príncipe de gales y en lana fría, que nos devuelven al encanto de lo simple, de lo fácil y lo agradable, sin aspavientos ni estridencias.