La mayoría de la gente cree que el terciopelo es un tejido cuando, en realidad, se trata de una estructura que comparten muchos tejidos diferentes. Es la trama que toman los filamentos de una tela cuando ésta se ha producido de una manera determinada, en un telar especial. La designación ‘terciopelo’ engloba entonces a todos los tejidos con esta estructura, independientemente de que sus hilos sean de seda, lana, algodón u otro material. Sin embargo, a pesar de esta confusión, el rasgo que lo hace reconocible sí es una característica popular: el terciopelo es muy suave.

El terciopelo viajó desde India hasta Occidente en el siglo XIV. En el origen, se tejía exclusivamente con fibras de seda, obteniendo una tela brillante que, a día de hoy, sigue siendo el tipo de terciopelo más apreciado. En los últimos siglos de la Edad Media, las ciudades italianas de Venecia, Florencia, Génova y Milán se convirtieron en los grandes fabricantes europeos del material, hasta que, en el siglo XVI, Brujas les robó la corona del negocio.

Los principales clientes durante toda esta época pertenecían a la nobleza. Los reyes, duques, marqueses y condes eran los únicos que podían permitirse pesados trajes de gala en terciopelo o tapicerías confeccionadas con estas telas porque su producción era tan laboriosa que el precio era elevadísimo. Poco a poco, gracias a los avances de la industrialización y a la sustitución de las fibras de seda por hilos sintéticos, el precio se fue reduciendo, pero no tanto la complejidad de su elaboración.

A lo largo del siglo XX, la moda coqueteó en varias ocasiones con el seductor terciopelo, aunque la mayoría de sus affaires se mantuvieron entre las sombras de la noche. En los años 70, el espíritu bohemio bordó con flores de colores las chaquetas y los vestidos aterciopelados, pero hizo falta que llegará el atrevimiento ochentero para despojar al terciopelo de su exclusividad para ocasiones especiales. Más tarde, en la década de los 90, estas telas finalmente se convirtieron en una opción deportiva.

Campaña otoño-invierno 2015 de la marca Chloé.

Esta temporada, muchas firmas han recuperado el terciopelo en su versión más relajada y confortable, utilizándolo en diseños prácticos y afines a distintos estilos, aunque los vestidos de noche y el esmoquin serán siempre sus más fieles aliados. Las Colecciones de Otoño–Invierno 2016 de Chloé, Roberto Cavalli, Balmain o Valentino son algunas de las que lo incluyen en su carta de tejidos, evidenciando que el terciopelo es tendencia.

Pero poder lucirlo sin parecer un hombre del Renacimiento o una estrella de cine de los años 20 requiere unas nociones básicas de estilismo. La pasarela y las modelos ‘out of duty’ nos regalan unas cuantas ideas que te ayudarán a protegerte del frío, a disfrutar de su suavidad y a vestir en terciopelo las 24 horas al día.

Campaña de Otoño–Invierno 2016/2017 de Roberto Cavalli.

 

1. La prenda estrella es la chaqueta, tanto para él como para ella. La ganadora para ambos sexos, además, está decorada con bordados florales, aunque esta idea seguramente tenga más cabida, en general, en el armario de la mujer. Para hombres poco atrevidos, Tom Ford propone americanas verdes o mostaza que recuerdan a aquellas que acompañaban a los pantalones campana en los años 70.

2. Apuesta por el ‘crushed velvet’ o terciopelo aplastado. Además del terciopelo ‘común’, el que tiene todas sus fibras rectas y de la misma longitud, existen otros tipos como el devoré (con un dibujo que se logra eliminando el pelo de algunas zonas con productos químicos), el gofrado (se prensa en algunas partes, siguiendo un patrón que da como resultado un dibujo) o el aplastado (se gira para conseguir ‘aguas’ en toda la superficie). Este último tipo era el más utilizado en las últimas décadas del siglo pasado y es el que vuelve con más fuerza.

3. Tíñete de azul marino. Aunque casi siempre el terciopelo se elige en colores oscuros, porque son los que potencian el brillo de la tela, este otoño es concretamente la gama de los azules profundos la triunfadora. Las opciones que ofrece el terciopelo azul van desde el total look bordado de Prada, las prendas fluidas de Luisa Beccaria o las cintas con las que Altuzarra decora sus pantalones.

De izq. a dcha. looks de Prada, Luisa Beccaria y Altuzarra.

 

4. Inspírate en el estilo de los años 80 para la noche, pero en los 90 para el día. El sport noventero te permitirá sentirte tan cómoda como si estuvieras en pijama, mientras que los brillos de los 80 te aportarán la sofisticación requerida cuando cae el sol.

5. La tendencia lencera es su pareja perfecta. Los mismos vestidos de inspiración lencera que, en verano, llevabas en tejidos ligeros y satinados se confeccionan en terciopelo para el otoño, para lucirse sobre un suéter de cuello alto, tal y como propone Valentino. ¿Otra combinación que es sinónimo de éxito? Un top con detalles de encaje o una blusa de seda, junto a un pantalón ancho de terciopelo.

De izq. a dcha. looks de Alberta Ferreti, Valentino y Ralph Lauren.

6. Para el día, elige un dos piezas de estilo pijama, como el diseño en rosa de Alberta Ferretti, que puedes llevar incluso con sneakers, o un pantalón burdeos con un abrigado jersey de cuello vuelto, exactamente como hace la modelo Marta Hunt. 

Instagram de la modelo Marta Hunt.

7. Para la noche, resulta más accesible lucir bien el terciopelo, ya que es su terreno habitual. Por eso, las opciones se elevan al infinito: minivestidos en los que se combina con otras texturas, tops sin mangas, pantalones anchos o maxifaldas con aberturas… La colección de otoño de Zuhair Murad recoge todas las versiones y combinaciones posibles.

Lookbook de Otoño–Invierno 2016/2017 de Zuhair Murad.

 

8. Los botines granates son el hit de la temporada. Los accesorios siempre se prestan más al riesgo que la ropa, y los zapatos han sido los elegidos por infinidad de diseñadores para cubrirse de suave terciopelo.

9. La manera más fácil de llevar terciopelo es alrededor del cuello, con una cinta en forma de choker, el complemento que Kendall Jenner o Gigi Hadid no se quitan desde hace semanas, o con un fular largo que cae por los laterales.

10. También para los hombres. Aunque Olivier Rousteing apueste por el terciopelo para vestir de pies a cabeza a su ejército Balmain, una pajarita o una corbata pueden ser las píldoras de tendencia suficientes para muchos hombres.

Looks de desfile de Balmain.

En cualquier caso, si llevas terciopelo, sea como sea pero que sea suave, te encuentres cómodo y te haga sentir especial.

Chaqueta y pantalón estampado, de Zara; botines granates, de Aquazzura; pajarita verde, de El Mono Con Pajarita; blazer de hombre, de Saint Laurent; vestido azul, de The Attico.

Y seguro que lo encuentras en los mercadillos o tiendas de ropa vintage, una manera barata de ir a la última.