Aunque quizás lo recordemos por su época dorada, hace unos treinta años, su origen se remonta hasta las primeras décadas del siglo XX. En la pequeña localidad francesa de Megève, situada al este del país, fue donde surgió este curioso pantalón, tal y como lo conocemos hoy, obra de la Maison AAllard, cuyo fundador Armand Allard, confeccionó la prenda en 1930 por encargo del esquiador profesional Hilarie Morand. El deportista buscaba sustituir el pantalón de golf, hasta entonces el indicado para la práctica de esquí, por un modelo más funcional que le permitiera mayor libertad de movimiento.
Fue entonces cuando Allard desarrolló los fuseau, unas mallas elásticas confeccionadas en paño, con una goma a la altura del tobillo por la que se introducía el pie, para que la prenda se mantuviera en su sitio. Y se puede decir que funcionó a la perfección: Morand no halló obstáculo alguno para alzarse con el título de triple campeón del mundo de su especialidad.
No obstante, no fue hasta los indescriptibles ochenta cuando esta prenda se popularizó, junto a estas diez tendencias que causaron furor y nunca deberían volver. El espíritu de las películas de baile traspasó las pantallas e invadió las calles con leggins que prometían comodidad al tiempo que estilizaban la figura. Y eran especialmente cómodos para llevar botas e impedir los antiestéticos dobleces que se forman con otros modelos de pantalones.
Esta tendencia, que estuvo vigente hasta principios de los noventa, no ha resurgido hasta hace unos años, cuando algunos diseñadores comenzaron a incluir pantalones fuseau en sus colecciones, como Jil Sander en la de otoño/invierno 2011-2012 o Stella McCartney en la de otoño/invierno 2014-2015. Pero, sin duda, esta ha sido la temporada oficial del "regreso", cuando firmas como Versace, Balenciaga o Marni la han rescatado y mostrado en las pasarelas más célebres.
La novedad que han traído estos desfiles está en llevar la cinta bajo la suela del zapato, en lugar de bajo la planta del pie. Este giro, que promete alargar la vida de esta tendencia, ya la empiezan a llevar todas las it-girls, y pretende convertirse en modo de uso obligatorio, preferiblemente sobre salones de punta.
El fast fashion no ha querido perder tirón y se ha sumado a este movimiento. Aunque la presencia en las colecciones aún es limitada, parecer ser que sólo es el inicio y que resistirán unas temporadas entre nosotros, por lo que la inversión está más que justificada. En esta galería puedes ver diferentes modelos y precios.
Además, afinan la silueta y alargan las piernas, ¿de verdad podrás resistirte a sus encantos?