Lita Cabellut es una de las pintoras españolas más cotizadas del momento y el punto de partida para que Olga Tomás se estrenase con su firma, Menchén Tomás, en la segunda jornada de la Mercedes Benz Fashion Week Madrid (MBFWM). Un precioso homenaje de vestidos estampados y tules de seda.
Una vez más, moda y arte se unen en la pasarela para presentar una colección en la que se homenajea ese proceso creativo que empieza en blanco y acaba lleno de colores. Al igual que Cabellut, la diseñadora Olga Tomás empieza con un folio vacío en el que plasmar todas las ideas que tiene en la cabeza.
Mientras la artista gitana trabaja sobre lienzos de gran formato, creando pinturas al fresco, Menchén aplica pequeñas mariposas en negro a sus telas para crear un efecto tridimensional. Como si quisieran salir a volar, pero no estuviesen preparadas. Y es que, en realidad, esperan la llegada del próximo Otoño/Invierno.
Organza en negro y vaporosos vestidos en burdeos se contraponen a pesados abrigos que llegan a ras de suelo y esconden unas medias tupidas en divertidos colores, como el azul o el rosa.
La diseñadora se enamoró del trabajo de Cabellut y de un pasado en el que hubo lucha y miseria; pero a base de fuerza y tesón, llegaría la creación y un arte con éxito. Una historia que admira y que, en cierto modo, comparte. Menchén Tomás nace de la unión de dos diseñadores hace ya más de quince años y que, gracias a la belleza de sus prendas, desfilaban ayer en la Madrid Fashion Week.
Una colección que comienza en blanco y negro, como el inicio y el final de un proceso creativo en el que, al principio, no hay nada. Un camino por recorrer que acaba con diseños repletos de color: un rosa palo o empolvado que se sitúa por debajo de abrigos con grandes vuelos o volúmenes y en pequeñas flores estampadas sobre seda. Unos vestidos en rojo carmesí, como los labios de Cabellut, que recuerda a las mujeres japonesas de sus obras.
Mezcla de tweed y seda, un tartán en verde y azul noche o abrigos con terminaciones fury dan paso a una escala de grises y plata, color representado en una pequeña capa con hombreras formadas por cerca de 3.000 alfileres. Menchén Tomás ha encontrado en la pintura una delicada propuesta para la próxima temporada.