Marcos Luengo nos regala un despertar tranquilo para este domingo en el que se inaugura la tercera jornada de la Mercedes Benz Fashion Week Madrid (MBFWM). Con una propuesta atemporal, las mujeres de Luengo tienen un gusto refinado y se visten para salir a la calle pensando en el día que tienen por delante. Si hay que correr, se ponen bombers en napa y ante. Si la tarde invita a pasear, abrigos envolventes en piel de cordero. Siempre perfecta, siempre impecable.
Luengo debuta así, en la pasarela madrileña con una propuesta muy personal y colorista. Siempre en looks monocolor, el mostaza y el rojo-fresa destacan sobre una paleta de tonos empolvados en sepia, violeta o azul. Prendas ligeras pero envolventes en mohair y lana cocida con texturas que invitan al abrigo.
Una colección delicada que se rompe con sólidos bolsos acabados con aplicaciones de latón en oro viejo y riñoneras en ante y napa. Un contraste que aparece también en las piernas desnudas de las modelos, que elevan hasta el infinito unos mini-vestidos de líneas limpias, y las medias tupidas de colores que cubren a las que han decidido vestir de largo. Un largo hecho para la noche.
La mujer de Luengo deja las faldas evasé, los pantalones anchos con una caída perfecta y las capas de pelo largo y rizado para dar comienzo a una noche sofisticada con vestidos en crepé combinados con gasa y aplicaciones de plumas. Materiales delicados que cubren a una mujer que emana elegancia y modernidad a partes iguales.
Los zapatos, en colaboración con la firma Custom&Chic, siguen la misma línea en glitter dorado y terciopelo. Una combinación que se hace sencilla y que recorre la colección de principio a fin. Un fin en el que llega la novia. Delicada y frágil, a medio camino entre una Caperucita Blanca que se adentra en un bosque repleto de colores y un elegante cisne que domina el lago encantado en el que habita. Con ella, Luengo se llevó el aplauso.