Juan Carlos Fernández y Antonio Burillo, diseñadores de The 2nd Skin Co., abren la última jornada de la Mercedes Benz Fashion Week Madrid con su propuesta Porcelain. Un viaje a través del tiempo que nos lleva a los orígenes de la porcelana en Asia Oriental y nos trae, de vuelta, a Occidente y su reinvención.
Marco Polo, un mercader veneciano que dedicó su vida a recorrer el mundo, descubrió este material por primera vez en China y decidió llamarlo porcellana. Su nombre original, en realidad, era tzu. Una materia dura y compacta pero frágil que rápido se convertiría en elemento de refinamiento y distinción. The 2nd Skin Co. se enamora e inspira en ella para su colección Otoño-Invierno 2017. Y lo hace utilizando la porcelana ‘como elemento, como un producto de lujo en sí mismo’.
Con una exquisita selección en el diseño de las telas, la colección nace de un estampado central del que parten todos los demás, hasta llegar a las prendas lisas en blanco, naranja y plata. La feminidad extrema como elemento fundamental de cada diseño. Sutiles aberturas en la espalda o en el lateral del cuerpo que se intuyen siempre bajo un lazo.
Volantes que se apoyan sobre un hombro, grandes lazadas que se adelantan en el escote y paillettes para diseños que van del cuello a los tobillos. Un cuello cisne muy ajustado que se monta en dos capas. Auténticos caramelos que terminan en dos delicadas propuestas en nude con un fínisimo encaje negro.
Fernández y Burillo consiguen crear un auténtico homenaje a la porcelana a través de estampados y materiales translúcidos, como las vajillas y muñecas que plagaron los salones de la burguesía en los siglos pasados. Ambos aseguraban en una entrevista previa al desfile que ‘no querían tratar la porcelana como un producto asiático o chino, sino descubrir el material en sí. Con su dureza, sutileza y elegancia. Todas esas referencias que emanan de la palabra en sí, porcellana’.
Fieles a su estilo, proponen vestidos repletos de romanticismo en tonos que van desde los turquesas y azules, hasta los rojos, naranjas y el eterno blanco. Porque gran parte de las clientas que acuden al estudio de los diseñadores siguen siendo novias en busca del vestido perfecto.
Cortes estructurados y telas muy fluidas que presumen de comodidad. Volúmenes sinuosos que recorren la pasarela sobre unos finos y pequeños tacones en salones de terciopelo acabados en punta y sujetándose al tobillo con una fina pulsera. Y sus pequeñas gafas redondas, con espejos en rojo y naranja se convertirán, sin duda alguna, en el capricho de la temporada.