Juanjo Oliva ha vuelto a sus orígenes. El diseñador, que ha confesado estar cansado de la moda actual tal y como la conocemos -desfiles que diferencian al hombre y a la mujer, prendas con fecha de caducidad y diseños sin personalidad-, recupera la esencia de sus comienzos para dar vida a Oliva, su propuesta para el próximo Otoño-Invierno.
En esta cuarta jornada de Mercedes-Benz Fashion Week, estamos viendo algunas de las propuestas más representativas de lo que llevamos de la pasarela madrileña. Tras un remember a los 90 con el desfile de Duyos, llega Juanjo Oliva para romper todos los esquemas.
Con una colección en la que han sorprendido las interesantes y arriesgadas propuestas para hombre, destaca el predominio del color negro y el oliva, así como las líneas puras y una clara inspiración streetwear. Cuarenta y tres salidas que han conformado una propuesta transgresora donde el hombre se viste de mujer y desfila sobre la pasarela más masculino que nunca.
Destacan faldas y vestidos para hombre; en concreto, un diseño negro de largo desigual con el bajo de la espalda abierto inspirado en los diseños del modisto Balenciaga. Por otro lado, Oliva también ha apostado por trajes de corte sastre con pantalón pitillo o de chándal, vaqueros en dos tejidos, capas y trenchs muy armados. Propuestas con un ligero toque grunge, que el diseñador ha reforzado con cadenas doradas y un maquillaje muy marcado con smokey eyes en negro.
Por otro lado, Juanjo Oliva nos propone una mujer muy femenina y sensual pero muy cosmopolita. Por eso, combina vaporosos vestidos de seda y gasa con largas aberturas con sudaderas y botines en colaboración con la firma Dr. Martens. Además, vemos un predominio de prendas sporty en algodón, creaciones con volumen y volantes que, en bombers, vestidos, cuerpos y vaqueros, jugaban con las formas de los diseños para darles mayor presencia sobre la pasarela. Y una selección de vestidos y conjuntos -para él y ella-, con estampados tribales.
Y los complementos, o muy pequeños o en tamaño XXL. Tanto para ellos como para ellas, la firma apuesta por bolsas de viaje en piel negra y beis, así como riñoneras y versiones mini del bolso satchel.
Una colección unisex -la primera de la firma-, pero en la que no se diferencian los géneros y que seguro ha roto los esquemas de todo el mundo con estas propuestas atemporales. Además, Juanjo Oliva deja atrás el nombre de su marca y pasa a llamarse Oliva, homenajeando así a todo el equipo que hay detrás y que día a día, dan valor y sentido a sus diseños.