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    Desfile FW17 de Nina Ricci durante París Fashion Week. | Foto: Getty Images.

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    CHANEL: Karl Lagerfeld lo ha vuelto hacer. El pasado mes de febrero la NASA hablaba de nuevos planetas y él lanza un cohete, made in Chanel, para conquistarlo. Con botas en glitter para pisar la luna, túnicas de tweed y enjoyadas bandas en la cabeza para que el pelo no moleste. Plateado para las bermudas, faldas y medias; y metálicos para unas estolas muy espaciales. Como estampados, planetas y astronautas bordados en blanco y negro. Y perlas como una auténtica lluvia de meteoritos. | Foto: Getty Images.

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    MIU MIU: Miuccia Prada entiende la próxima temporada a través del color, desde sus baker-boy (gorras de panadero) forradas de piel en colores pastel hasta sus abrigos, faldas y vestidos. Todo es glamour para unas chicas a las que les gusta abigarrarse de prendas con cierto toque kitsch e inspiración “Art Deco”. Pelo falso en violeta, astracán en un dulce rosa y paillettes por todas partes. Jerséis y faldas que recuerdan la silueta de los años 40 y la estética de los 70. Mezcla glitter sin fin.| Foto: Getty Images.

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    LOUIS VUITTON: el Museo del Louvre abrió sus puertas, por primera vez, para un desfile de moda. Nicolas Ghesquière paseó sus propuestas entre las blancas esculturas griegas que llenan la galería Richelieu con prendas confeccionadas con materiales de primera calidad: un denim que no es denim, sino una lana tan tratada que ha conseguido imitar su patrón, pieles muy enceradas y pelo, un textil poco explorado por la “maison”. Chaquetas en patchwork y un abrigo negro craqueado que era todo modernidad, para descubrir siempre, sus elegantes vestidos de noche.| Foto: Getty Images.

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    HERMÈS: Nadège Vanhee-Cybulski ha devuelto el estampado a los diseños de Hermès. Y el color. Su directora creativa ha propuesto un otoño invierno marcado por tonos tierra, fucsias, azules, rojos y verdes. En cuanto a los estampados, Nadège apuesta por originales paisleys actualizados y estampaciones de llaves antiguas que en vestidos drapeados, blusas y faldas, dan vida a una colección femenina y sofisticada. Además, la firma apuesta por complementos muy de tendencia como maxi cinturones que estilizan la cintura, bolsos discretos y botas altas con cordones de estética militar. | Foto: GTRES.

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    ALEXANDER McQUEEN: la época medieval – concretamente las antiguas tradiciones de Cornualles- ha sido el hilo conductor de la propuesta que Sarah Burton ha presentado en París para este otoño-invierno. Tomando el vestido como protagonista y haciendo uso de una gran variedad de tejidos como el jacquard, el cashmere y el tul, Burton ha creado una colección donde la figura femenina ha sido la protagonista. Vestidos y chaquetas de cuero negro con remates en hilo rojo, diseños originales con punto y volantes, abrigos sastre, así como elegantes y sensuales vestidos con transparencias, flecos y bordados dignos de cualquier alfombra roja. | Foto: GTRES.

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    VALENTINO: Pierpaolo Piccioli es un maestro de la costura y lo demuestra con esta colección. Su abrigo de patchwork en pieles de colores fue la guinda a un desfile repleto de prendas muy largas, cinturas altas y, cómo no, cuellos cisne. El blanco y el negro aparecen en total look o con un estampado que se pone de base para su dúo más clásico, el fucsia y rojo. Rosas, naranjas y un amarillo limón que alegrará, sin duda, el próximo Otoño-Invierno. | Foto: Getty Images.

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    VIVIENNE WESTWOOD: aunque la diseñadora británica ya no trabaja para su firma –actualmente lo hace su marido Andreas Kronthaler-, Westwood sigue siendo la estrella principal de la marca. Fiel a su estilo, la firma presentó en París su primera colección mixta que siguió una estética grunge y muy llamativa. Basada en el reciclaje, destacaron tocados realizados con embalajes de plástico y botellas, así como un diseño confeccionado con dos banderas americanas que, gracias a un imponente tocado con forma de corona de la Estatua de la Libertad, acaparó todos los aplausos. | Foto: GTRES.

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    ELIE SAAB: oscura, muy romántica y femenina. Así fue la colección de Elie Saab. Inspirada en el ballet de Giselle, predominaron diseños en tul, organza, terciopelo y plumas en una paleta de colores que ha estado definida por el negro, el violeta, el rosa palo y el azul petróleo. Una propuesta que siguiendo la línea de diseño del libanés, muestra transparencias, volúmenes y cortes muy femeninos que definen, en contraposición con monos, bikers con la flores de lis bordadas y botas XL, la imagen más sensual y guerrera de la firma. | Foto: Getty Images.

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    NINA RICCI: la propuesta de Ricci se inspira en la estética country, sobre todo en la Costa Oeste, en un movimiento sin precedentes para esta casa que ha sido siempre muy francesa. El western se colorea en pastel y se viste de seda: gris, azul marino o rosa. Delicadas medias de encaje blanco y un estampado de estrellas que une, con maestría, el amarillo con una amplia gama de azules. Sus bolsos se suspenden a través de los finos cinturones de la cintura. Una cowboy muy urbana.| Foto: Getty Images.

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    ISSEY MIYAKE: con una colección que a simple vista no era lo que parecía y de un estilo mucho más clásico al que nos tiene acostumbrados, Yoshiyuki Miyamae ha propuesto un Otoño-Invierno que ha girado en torno al fenómeno de la aurora boreal. Con diseños donde el azul y el morado han sido los principales protagonistas; la firma japonesa ha apostado por originales vestidos y conjuntos dos piezas –en su mayoría monocromáticos- realizados con la original técnica del plisado elástico. Diseños con mucho movimiento que al caminar parecían cobrar vida. | Foto: Getty Images.

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    SONIA RYKIEL: inspirada en el armario de Saint Phalle, la escultora cuyas obras recorren la ciudad de París, llega repleta de colores la propuesta de Rykiel. Sus colores se imprimen en los vestidos de lino y los tejidos tweed en formato oversized. Siluetas amplias que descubren un glamuroso negro y un exquisito jersey de lana de Aran. Los botines se alternan con sandalias repletas de pelo que son puro exceso.| Foto: Getty Images.

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    JOHN GALLIANO: la estética de los años 40 se subió a la pasarela con Bill Gaytten en una vuelta al pasado, a las obras de William Shakespeare y a la época de Napoleón, que llegaba a través de sus zapatos. Lana negra, terciopelo verde y astracán marrón; riqueza de materiales en colores con carácter y un estampado floral muy versallesco en diferentes tonalidades. Prendas estructuras que, sin embargo, parecían fluidas.| Foto: Getty Images.

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    MUGLER: su famosa estrella es, sin duda, la protagonista de la propuesta de Mugler. Estampada en purpurina o consiguiendo estratégicos recortes en vestidos y faldas, su mujer es sexy y roquera. Los vestidos en plateado abrazan el cuerpo y los hombros elevan la silueta hasta tal punto que se olvidan esas larguísimas piernas que quedan al aire. Sus abrigos azul contrastan con los sensuales vestidos negros y sus trajes masculinos visten el cuerpo desnudo de las modelos. | Foto: GTRES.

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    STELLA McCARTNEY: el origen británico de McCartney se sube a la pasarela en trajes sastre de cuadros reinventados en decenas de formas y pañuelos en la cabeza. Una escapada a la campiña inglesa con abrigos oversized, acolchados y pantalones con enormes bolsillos, más propio de jinetes que de modelos. Y es que, un caballo blanco que trota por la pradera es el estampado estrella de la colección. Maxi bolsos y colores otoñales como el verde, gris, garante o marrón se trabajan en terciopelo, mientras el negro y el blanco se quedan en un fino encaje. | Foto: Getty Images.