La personalidad arrolladora de Frida Kahlo lleva años enamorando al sector. Desfiles y colecciones de ropa, películas, cuentos infantiles y hasta emojis con divertidas mini-versiones de la artista nos acercan ese característico feminismo sin complejos. Siempre alardeando de bigote y entrecejo, su actitud le llevó a convertirse -pese a que no era una seguidora de la moda- en todo un icono de estilo. Sobre todo, en cuanto a accesorios se refiere.
Si buscamos en los archivos, no hay fotografía ni retrato en el que la artista no aparezca sin sus extravagantes collares, pendientes largos o pulseras. Siempre presumía de una amplia colección de accesorios llenos de color y personalidad. Accesorios con carácter como ella y como la colección ‘Frida’ creada por Joyería Suarez. Una selección de piezas de oro rosa con zafiros multicolor inspirados en el mundo artístico de Kahlo, que fue lanzada el año pasado y que este verano da un paso más, reinterpretando motivos icónicos de la cultura mexicana.
Bajo el nombre ‘Los amuletos de Frida’, Suarez se adentra en un nuevo territorio creativo en el que explora el color y la expresividad propia de la artista, dando lugar a una serie de joyas inéditas y de gran carga simbólica y emocional. Tomando la cruz, la calavera y el Sagrado Corazón como protagonistas -elementos utilizados en los altares en la cultura mexicana- y a través de sortijas, pendientes criollos, colgantes y broches; representan con una bella ironía un homenaje a los muertos como celebración a la vida.
Una colección muy especial que pretende convertirse en la pieza clave del joyero de una mujer fuerte e independiente, como lo era Frida Kahlo.
MATERIA PRIMA Y SAVOIR FAIRE
Continuando con su tradición artesanal, todos los zafiros utilizados en la elaboración de ‘Los amuletos de Frida’ han sido minuciosamente seleccionados por la familia Suárez. Buscando siempre el mejor color y brillo, se han separado uno a uno los tonos fresa para los corazones de pavé de un lote de cerca de 4.000 zafiros multicolor de 1mm procedentes de Madagascar. Un proceso que ha supuesto 1,5 horas por pieza, más todo el trabajo de diseño, taller y engastado posterior.
En total, más de cinco meses de dedicación y trabajo para dar lugar a esta colección que rebosa saber hacer en todos sus detalles.