Si te digo nude, ¿en qué piensas? Exacto. Un color visón que, en España y en el resto del mundo, hemos asociado con el tono de piel caucásea. Si nos ceñimos al catálogo Pantone, ese que nos dice cada año cuál será la clave cromática de la temporada, tenemos que decir que este color es el tono 12-0911 TPX y todos los que están a su lado. Nude es su nombre inglés y como todos le conocemos. ¿Pero es nude para todos? ¿Qué hay de las mujeres afroamericanas o las hindúes, por ejemplo? ¿A qué no habías pensado en ello? Christian Louboutin, por fin, lo ha hecho.
Para el diseñador francés, “nude no es un color, es un concepto”. Ese tono que tiene la singularidad de fundirse con nuestra piel, como si fuese una base de maquillaje (que es de lo que se trata), creando un efecto óptico que permite alargar nuestras piernas o hacer que la prenda pase (casi) desapercibida.
En Occidente, con una mayoría de población de piel clara, no hemos tardado en asociar esta definición a un color concreto: ese que nos viene a la cabeza en cuanto todas lo oímos nombrar. Sí, ese color maquillaje. Pero si nos ceñimos al concepto, estábamos equivocados. Louboutin lo demuestra con una colección que, en realidad, no es nueva. Simplemente añade a la que ya lanzase en 2013, un total de siete tonos: uno para cada tipo de piel.
Esta primera colección, patentada en 2013, fue muy aplaudida en el mundo fashion. Su atrevida suela roja se convertía, de repente, en un clásico con cinco tonos que buscaban esconderse en nuestros tobillos para simular un pie desnudo. Un éxito de ventas que comenzó a verse en todas las alfombras rojas y que ahora, siguiendo esa tendencia inclusiva que hemos visto (aún con más fuerza) estas últimas Semanas de la Moda, Louboutin presenta para todas las mujeres, sin importar la raza o el color de la piel.
Siete sombras del color nude para esta temporada y dos siluetas nuevas: Christeriva, un stiletto que envuelve el tobillo con un lazo y en formato peep toe, inspirado en esa devoción del diseñador francés por el ballet; y Cherrysandal, con una gruesa plataforma y una parte trasera translucida que crea la ilusión de que la correa que sostiene el tobillo queda suspendida en el aire. Porque el objetivo de estos tacones, que no discriminan a nadie, sigue siendo fundirse con tu piel.
La campaña, fotografiada por Sofía Sánchez y Mauro Mongiello, muestran los siete tonos de ambos zapatos con sus pompones y modelos a juego y una escenografía muy cheerleader. Porque la firma, sin duda, celebra sus dos nuevos fichajes.
Ambos modelos, que ya están disponibles en su página web con un precio casi de 700€, siguen la estela de la colección que Louboutin lanzó el pasado año, con esa línea de bailarinas nude inspiradas (de nuevo) en el ballet. Eran también siete tonalidades con nombre propio: Toudou, Ada, Matilda, Lea Nue, Nats, Maya y Safki. Ahora, les toca el turno a los tacones. Y lo hace al grito de Give Me A N-U-D-E-S!