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    "Todo tipo de mujeres, todos los países". Con esta premisa nacía la colección de Alta Costura para Maria Grazia Chiuri en DIOR; de ahí que las modelos paseasen bajo un enorme atlas y entre animales de maderas y mucha vegetación. | Foto: Getty Images.

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    Un homenaje al modisto francés que celebra, este año, su 70 Aniversario. Prendas preparadas para la calle, con toda la gama de grises en abrigos y faldas hasta los pies, entallados a la cintura, sombreros fedora y cierto aire masculino. Porque en los inicios de la maison, "la Alta Costura estaba destinada al día a día", confieza Chiuri. | Foto: Getty Images.

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    Mujeres valientes que vestían como hombres pero que no se olvidaban de su feminidad. Esa que llega con vaporosos vestidos transparentes, muy escotados y en tonos claros: negro, nude o, de nuevo, el gris. | Foto: Getty Images.

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    La diseñadora IRIS VAN HERPEN, por su parte, nos trasladó a un mundo onírico donde la fantasía marcaba la delgada línea entre lo real y lo irreal. Un desfile en el que el aire y el agua marcaron todos y cada uno de sus diseños, mientras un grupo de músicos tocaban desde unas peceras que solo abandonaban para respirar. | Foto: Getty Images.

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    La diseñadora holandesa descubrió hace tiempo una técnica por la que se podía crear música submarina y, desde esa idea, ha creado toda una colección de vestidos de noche largos, brillantes y con apariencia escamada. Mucha fluidez para unas prendas que combinan la confección artesanal con el diseño tecnológico. | Foto: Getty Images.

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    ADELINE ANDRÉ, el primer miembro de la Alta Costura en desfilar, presentó una colección que salía a la pasarela escondida en piezas desmontables que unas asépticas ayudantes vestidas de blanco iban descubriendo. Las modelos, de todas las edades, se dejaban desnudar para vestirse siempre en un solo color. | Foto: Getty Images.

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    El desfile de SCHIAPARELLI fue una vuelta a los símbolos emblemáticos de la firma: desde la langosta y el sol, sobre fondo blanco para no restarle protagonismo, hasta el corazón o las piezas de puzzle. | Foto: Getty Images.

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    Un surrealismo dibujado en volantes y plisados, miles de transparencias materializadas en piezas de tul y muselina para una pasarela que ha sido siempre pura fantasía. Así era y así es SCHIAPARELLI. | Foto: Getty Images.

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    PROENZA SCHOULER anunciaba a principios de año que, por estrategia comercial, movía su ready-to-wear de Nueva York a París. Pero no a cualquier París, a su Alta Costura. Con ella, llego la asimetría y el oversized dispuesto en miles de volantes. | Foto: Getty Images.

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    Volumen en los hombros y un "Black & White" salpicado de violetas y rojos. Jack McCollough y Lázaro Hernández abrieron, paradójicamente, la Alta Costura con un desfile que no era tal. | Foto: Getty Images.

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    Chaquetas tuxedo de proporciones exageradas combinadas con zapatos planos y unos "bralettes" en cuero que se superponen a todas las prendas. Porque ellas son los protagonistas. Si hay que destacar un accesorio, como viene siendo habitual esta temporada, sin duda, los pendientes. | Foto: Getty Images.

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    GIAMBATTISTA VALLI siempre es dulce. Siempre es tul y vestidos de faldas con gran volumen y escotes profundos, en todo tipo de siluetas. Una explosión de rosa muy aplaudida por Celine Dion, estrella de su front row. Un total de 48 looks en los que hubo negro y blanco pero nunca faltó el color. | Foto: GTRES.

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    ARMANI PRIVÉ confesó, de nuevo, que para él el azul es el nuevo negro. Las prendas oversized aquí no tienen cabida y las chaquetas se ajustan mucho al cuerpo y, por supuesto, se acortan. Los pantalones, en seda y satén, son muy slim y los vestidos, casi siempre en materiales brillantes, se cubren de una ligera capa en tul negro. El "must have" de la temporada, sin duda, su casquete negro con esa malla que cubría media cara. | Foto: Getty Images.

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    GUO PEI llegaba al Hotel Salomon de Rotschild de París con una propuesta lenta que buscaba homenajear esa delicadeza y belleza que diferencia la Alta Costura del ready-to-wear. Inspirada en los años 50 de Hollywood, sus elegantes vestidos, con cortes clásicos, se modernizaban a fuerza de tejidos metálicos y joyas de Chopard, que se fundían con el propio conjunto. | Foto: Getty Images.

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    MONIQUE LHUILLIER fue esa vuelta irremediable al romance más dulce. Con mucho estampado florarl, blusas con lazada en chantilly y vestidos de chifón con plisados en formato acordeón. El aplauso se lo llevó, sin duda, los flecos de cristal que adornaban una de las prendas en plata y unos botines que se conjutaban con su vestido utilizando la misma tela. | Foto: Getty Images.

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    La marca británica RALPH & RUSSO se ha caracterizado siempre por siluetas muy femeninas. Y ahora, no iba a ser menos. Con diseños propios de una alfombra roja, la figura se desnuda en sutiles transparencias, cuerpos ceñidos y prendas muy brillantes. | Foto: GTRES.

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    Para ALEXANDRE VAUTHIER "la Alta Costura, a veces, puede ser súper seria, pero también puede ser divertida". Con esta filosofía presentaba el diseñador una colección para la que el Gran Palais se transformó en una especie de Studio 54. Con Bella Hadid como protagonista, las botas altas tubulares tenían formas exageradas, las boinas tenían una gran estética militar y había mucho glam, mucho brillo y mucha actitud. | Foto: Getty Images.

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    Con los vaporosos vestidos como seña de identidad, GEORGES CHAKRA ha presentado una colección en la que no ha faltado color: morado, burdeos o azul acompañaron a los omnipresentes blanco y negro en prendas bordadas con flores en capa sobre capa y mezcla de materiales. | Foto: Getty Images.

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    Como piezas de un museo fueron saliendo todas las piezas de STÉPHANE ROLLAND que acostumbra a enseñar sus colecciones como si fuesen obras de arte. Con el blanco, el negro y el dorado, el diseñador presenta escotes profundos y cortes asimétricos que se coronan con aplicaciones doradas en faldas, cinturas y mangas. | Foto: Getty Images.

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    CHANEL decidió construir una Torre Eiffel en pleno Grand Palais para una colección que fue todo un homenaje a Coco Chanel y su ciudad, París. La diseñadora, que comenzó en una pequeña sombrerería, consiguió crear una de las casas de moda más emblemáticas de la historia. Por eso, todas y cada una de las salidas que Karl Lagerfeld dispuso para su desfile de Alta Costura se acompañaba con un sombrero de ala corta. | Foto: Getty Images.

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    Un clasicismo parisino con siluetas de mangas globo, mucho volumen, trajes de "tweed" en dos piezas y largas faldas de tubo. Botines negro y grandes pendientes que parecían haber sido rescatados del preciado joyero de tu abuela. | Foto: Getty Images.

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    Una colección en la que reinó el gris con pequeñas pinceladas de blanco, negro y alguna insinuación floral. Su mítico diseño nupcial tampoco faltó, con lazo ceñido a la cintura y una exagerada silueta en A. Guantes largos y flores a modo de pompones. | Foto: Getty Images.

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    Propuestas inspiradas en las pinturas de Robert Delaunay, con vestidos brillantes y una elegancia que es una completa vuelta a las raíces de la firma. Porque Karl Lagerfeld está enamorado de París y París de Karl Lagerfeld. | Foto: Getty Images.