Heidi Klum es, ante todo, una mujer segura de sí misma. Lo demuestra cuando pisa la alfombra roja enfundada en uno de esos mini vestidos imposibles de llevar por los demás mortales –con su envidiable figura no nos extraña-, y cuando a los 18 años enviaba unas polaroids a una revista alemana para comenzar una carrera profesional que no parece tener fin.
La portada de Sports Illustrated para la que posaba en bañador en 1998 le daba las alas para subirse a la pasarela como uno de los ángeles de Victoria’s Secret que, este año, desfilará en China. Desfiles que abandonó, salvo que se trate de una buena causa, y que le han llevado a sentarse tras la mesa del jurado de uno de los reality show con más éxito en Estados Unidos, America’s Got Talent. Además, en septiembre, viaja hasta Nueva York para presentar su primera colección de ropa con Lidl: Heidi & The City.
La nueva colección de Esmara –la marca textil de Lidl- se inspira en el estilo de Klum, y aúna la calidad de los tejidos con los precios asequibles y esa visión versátil y salvaje que de la Gran Manzana tiene la modelo. Looks urbanos con efecto wow que no superarán en ningún caso los 20 euros. Una línea de ropa marcada por su propio estilo que te resumimos aquí en diez claves.
1.- Defiende como nadie los monos multicolores. Son un básico de su armario; y eso que a la mayoría nos cuesta combinarlos. Los lleva tanto a una cita formal como para salir a la calle a diario, pero nunca se baja de unos tacones cuando se los pone.
2.- Si te tiene que dar un consejo te dirá que inviertas en unos buenos vaqueros. Para ella son la prenda más versátil que existe, porque los lleva con camisetas, blusas o sudaderas. Con deportivas, bailarinas o botines cowboys. Pero casi siempre ajustados. Una de las prendas que diseña para Esmara son unos skinny jeans que resaltan, junto a las faldas midi, la figura de la mujer.
3.- Se declara fan de las Birkenstock. Que le dan ese plus de comodidad a unos estilismos que, casi siempre, son muy casual y effortless. Algo que ha confirmado en más de una ocasión: “las birkenstock son mi calzado favorito. ¡Las tengo en diferentes estilos!”.
4.- Su complemento perfecto, un shopping bag. Pocas veces la vemos salir a la calle con un bolso que no tenga el suficiente espacio como para llevar todo lo que necesita. Las bandoleras o carteras no suelen acompañarla; ni siquiera un clutch para las citas nocturnas.
5.- Sobre la alfombra roja la clave es la sensualidad. Aunque al principio de su carrera era habitual verla con looks muy sencillos y discretos, según han ido pasando los años, la hemos visto con más aberturas, cortes estratégicos y recortando centímetros de tela. Es atrevida y una de las mejor vestidas en complicadas (y estrafalarias) galas, como la de los Premios MTV, de la que es incondicional.
6.- Adora el plateado y los vestidos galácticos. De los colores claros iniciales, cada vez, son más las ocasiones en las que se alía con los tonos metalizados para cualquier gala. Y una apuesta fija para ella siempre ha sido, por supuesto, ese blanco que luce como nadie.
7.- Las joyas siempre en tamaño maxi. Si se tiene que quedar con algún accesorio, sin duda, los pendientes. Coloridos y brillantes, pocas son las veces que no les ha dado el protagonismo; y, cuando no lo ha hecho, ha sido para cedérselo a un elegante brazalete o una llamativa gargantilla.
8.- No tiene miedo a subirse a un escenario con efecto wet en el cabello. Porque, aunque no suele salir de los recogidos sencillos, el suelto más natural o las coletas bien altas y pulidas, no duda en darle un toque veraniego a su outfit con el pelo como recién llegada de la playa. Algo sencillo en su caso, siempre luce un bronceado perfecto.
9.- Y sus disfraces dan (y seguirán dando) la vuelta al mundo. Desde su romántico beso de gorilas con el cantante Seal, su pareja hasta 2012, hasta despojarse de la piel para mostrar sus músculos, convertirse en Jessica Rabbit o mostrarte cómo será dentro de muchos años. Halloween es la fiesta de la abuela Heidi.
10.- De su paso por la alfombra roja nos quedamos con: su aparición en los Premios Oscar de 2016 de Marchesa. Un vestido al que no nos tiene acostumbrados, en tonos violetas y muy fluido; ceñido a la cintura con una flor de la misma tela de tul del vestido –y que también abraza su hombro-, asimétrico con una sola manga y un juego en la parte superior que dejaba al aire su espalda y formaba un sensual escote.