“Las supermodelos como antes ya no existen”. Con estas polémicas palabras, Claudia Schiffer recibía durísimas críticas del mundo de la moda hace apenas unos años. Una declaración que, si nos paramos a pensarlo, tiene cierto sentido. Y es que el grupo que formó con sus compañeras Cindy Crawford, Naomi Campbell, Elle Macpherson y Christy Turlington fue el primero que consiguió el calificativo de: super top models. Una relación profesional que traspasó pasarelas y se convirtió en amistad, llegando incluso a empezar un negocio juntas –el Fashion Café- que no tuvo el éxito que ellas cosecharon con todas sus portadas.
Schiffer fue, junto a ellas, todo un mito de los años 90. Hoy es madre de tres hijos y está casada, desde 2002, con el director de cine Matthew Vaughn, con quien vive en Londres. Pero nosotros la conocemos de antes. En 1987 fue descubierta en una discoteca de Düsseldorf y con su primera portada para la revista Elle saltaría a la fama. Después llegarían las de Vanity Fair, Rolling Stone y The New York Times, para las que sería la primera modelo en ocupar su primera plana.
Y, aunque sigue posando para algunas marcas como Yves Saint Laurent, Ferragamo o Alberta Ferretti –de cuyo perfume es imagen-, ha sido con Chanel con quien ha tenido su mejor (y más duradero) idilio. Amiga de Karl Lagerfeld, dicen que llegó a cobrar 100 millones de dólares por año y a ser llamada la nueva Brigitte Bardot, por su gran parecido con la actriz y musa francesa. Hoy, que cumple 47 años, resumimos su estilo en diez claves.
1.- Suele elegir estilismos sobrios. Sin estridencias en cuanto a color, dejando los estampados para muy pocas ocasiones. Con el negro como base de casi todas sus apariciones, las notas de color las suele poner el rojo. Algo que ha mantenido durante toda su carrera, pues ya en 1995 la revista Time la convertía en su portada bajo el título: Simply Beautiful. La moda vuelve a los clásicos.
2.- Es fan número uno de los Años 70. Y lo ha convertido en su uniforme. Pantalones wide leg, casi siempre en tejido vaquero (aunque no duda en utilizar la pana o materiales más fluidos), blusas bohemias, jerséis de cuello de cisne y pañuelos de seda al cuello. Con su gran altura, esa misma que la acomplejaba de pequeña, no necesita siquiera llevar tacones para llevar el estilo boho chic más de moda con maestría.
3.- A la calle se sale siempre con gafas. Redondas, de pasta y en tamaño maxi. Pues son el complemento perfecto para ese look seventies que defiende. Suele elegirlas en color negro o de carey y con cristales degradados.
4.- Y el bolso se cuelga del brazo. Cuando sale a la calle lo hace con una cómoda bandolera que sitúa en un lateral y, cuando tiene que pasearse por la alfombra roja, suele utilizar un pequeño clutch con cadena. Las manos siempre libres.
5.- Pocas veces se recoge el pelo. Ha pasado de la raya al medio al flequillo largo y recto sobre las cejas, pero siempre suelto. Su rubio se ondula o se alisa, y roza, como mínimo, los hombros. Los recogidos, si llegan, han sido de nuevo para los grandes eventos que exigen red carpet.
6.- Los labios naturales y los ojos marcados con eye liner. Con el maquillaje Schiffer lo tiene claro: menos es más. Enfatiza la mirada con sencillos trazos en negro, sus mejillas con toques de blush rosa y los labios desnudos o en nude.
7.- Su gran complemento, sin duda, el fular al cuello. Mientras que las joyas se mantienen en segundo plano (aunque solemos verla con una larga medalla dorada que traspasa la línea de la cintura), no sale de casa sin un fular, con los que introduce el color a todos sus outfits.
8.- Dice sí a las medias tupidas en negro. Si viste de corto y no es verano, las piernas han de ir tapadas. Y bien tapadas. Las medias opacas en negro son complemento obligatorio siempre.
9.- El trench y la clásica blazer en gris son sus dos grandes compañeros del entretiempo. Y luce ambos indistintamente. Para cualquier acto social al que tenga que acudir, para salir a pasear con sus hijos o en cualquier front row al que acuda. Son dos de sus básicos.
10.- De su paso por la alfombra roja nos quedamos con: su aparición en el Festival de Cannes de 2007 con un sugerente Versace. Con espalada al aire y muy ceñido, este modelo en azul noche se escapa de los negros, blancos y rojos que la modelo suele elegir para las grandes noches.