Desde que Jennifer Lindley se colara en nuestras vida gracias a la popular serie adolescente Dawson’s Creek (en español ‘Dawson Crece’), Michelle Williams se ha ganado poco a poco un hueco entre las grandes actrices de Hollywood. Nacida en Montana como la mayor de cinco hermanos, Williams vivió desde muy pequeña lo que era luchar por su pasión: la interpretación. Y es que la actriz tuvo que pasar por el rechazo de sus padres a esta profesión y, por tanto, tener que tomar la decisión (con tan solo 15 años) de emanciparse legalmente para poder hacerlo realidad. Desde entonces, no ha parado de trabajar duro y fruto de ello son sus numerosos papeles y premios.
En 2005 dio el paso a la gran pantalla interpretando a Alma en Brokeback Mountain donde conoció al desaparecido Heath Ledger; padre de su hija Matilda y con el que mantuvo una relación hasta 2008 (meses antes de la muerte del actor). En 2010 ganó un Golden Globe por su interpretación como Cindy en Blue Valantine -papel por el que también recibió una nominación al Óscar como ‘Mejor Actriz’- y en 2011 dio vida a la mismísima tentación rubia en la película Mi semana con Marilyn. Una papel que, sin duda, estaba hecho a su medida ya que el parecido con Marilyn Monroe era impresionante.
Hoy, y con 37 años recién cumplidos, Williams puede sentirse orgullosa de haberse convertido en una de las actrices mejor consideradas de la gran pantalla y, también, en todo un icono de moda. Sencilla y sofisticada, pero, sobre todo, fiel a sí misma (más allá de las tendencias); estas son las 10 claves que resumen su estilo.
1.- El corte trapecio o cómo hacer de tu 1,63 m tu mejor encanto. Para la actriz, ser bajita no ha sido un impedimento para convertirse en una de las mejor vestidas sobre toda alfombra roja que se precie. Y los vestidos tipo babydoll han sido, en gran medida, responsables de ello. Tanto para el día a día como para sus constantes premiers, Williams suele recurrir a este tipo de vestidos con corte trapecio -y generalmente sin mangas- con los que consigue, además de alargar sus piernas y parecer más alta; potenciar aún más su aspecto aniñado y dulce.
2.- Mix de básicos, mix de ases. La sencillez siempre ha sido uno de los puntos fuertes de la actriz. Por eso, entre sus prendas favoritas no pueden faltar los cardigans de punto, los skinny jeans y las bailarinas. Clásicos atemporales que, combinados, darán forma a un look siempre ganador y, por separado, otorgarán a cualquier estilismo ese toque clásico y femenino.
3.- Lo masculino es sexy. Y el corte a lo garçon, más. Aunque la hemos visto con el pelo largo y ondulado, con melena midi e, incluso, con flequillo recto… El corte pixie -una de las apuestas más fuertes del próximo otoño/invierno- se ha convertido en seña y símbolo de su personalidad. Además de ser perfecto para su rostro anguloso y ovalado, le resta años y dulcifica (aún más) sus facciones.
4.- Maquillaje, sí (pero que no se note). Desde que el make-up efecto cara lavada se pusiera de moda, Michelle ha sido una de sus mayores prescriptoras. La actriz ha sabido potenciar su belleza natural con esta técnica muy sutil; centrando su atención en los ojos -con un eyeliner muy definido- y, especialmente, en las mejillas a las que otorga color con un blush rosado o color melocotón.
5.- Las joyas siempre en su justa medida. Porque así es Michelle. Sencilla, discreta, sin adornos. Rara vez -por no decir nunca- lleva pendientes. Como mucho, una gargantilla; y solo para los momentos de alfombra roja. Huye de las excentricidades y prefiere que sus estilismos triunfen por sí solos.
6.- Y el bolso, cuanto más pequeño mejor. Dicen que durante el rodaje de Dawson Crece pasaba su tiempo entre libros. Por eso no es de extrañar que haya convertido los bolsos de la diseñadora francesa Olympia Le-Tan en uno de sus must have. Unos clutch con forma de libro a los que Michelle recurre para sus looks de día como de noche y con los que da un toque divertido y casual muy fiel a su personalidad y estilo.
7.- El print floral, nunca defrauda. Sobre todo, si es en vestido. Más allá de las tendencias, la actriz ha encontrado en este estampado su mejor compañero para ese aura delicado y angelical del que hace gala en su día a día. En verano, los vestidos mini con falda de vuelo son sus favoritos. Y para la alfombra roja, flores grandes y de aspecto más sofisticado y delicado.
8.- La cazadora vaquera para el entretiempo y la trenca para el invierno. Una vez más, los básicos forman parte indiscutible de su fondo de armario. En este sentido, la chaqueta favorita de los 90 -la cazadora vaquera-, viste sus vestidos florales en ese paso del verano al otoño; mientras que durante los meses más fríos apuesta por trencas de corte clásico en navy o camel y que luce con todo: zapatillas y botines, vaqueros, vestidos babydoll e, incluso, con looks de fiesta.
9.- Nunca sale de casa sin gafas de sol, sus eternas Wayfarer negras. Este modelo de Ray-Ban popularizado por los hermanos “Joliet” en The Blues Brothers (1980) se ha convertido en un imprescindible de la actriz para mantener su privacidad y mantenerse a salvo de los paparazzis. Una gafa que ya forma parte de su particular estilo y que encaja a la perfección con su estilo natural y de ligero aspecto tomboy.
10.- Y sus marcas favoritas: Miu Miu, Givenchy pero, sobre todo, Vuitton. La rubia angelical es, desde 2012 -y hasta el momento-, la perfecta embajadora de la Maison. Tras interpretar a Marilyn Monroe, Michelle Williams se estrenó como imagen de la campaña de bolsos de Louis Vuitton para la temporada O/I 2013. Firmada por Peter Lindbergh -uno de los mejores fotógrafos de moda- la actriz mostró su faceta más sexy para abanderar los nuevos modelos W y Capucines. Desde entonces, es asidua a los front rows de cada desfile y, también, fiel a ésta para sus eventos de gala.