En el desfile de Ulises Mérida, que abría la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid en Ifema –todos los desfiles anteriores habían sido en diferentes localizaciones de la capital, en eso que llaman OFF- fue la propia moda quien se encargaba de darnos la bienvenida. Sí, la moda. Porque la moda se manifiesta: quiero reivindicarme...Me conocéis de sobra porque estoy en todas partes. Miradme, porque soy mucho más de lo que aparento. Soy industria y soy progreso. Soy investigación y desarrollo. Soy emprendimiento y experimentación. Transformo sociedades, impulso y provoco cambios sociales. Soy arte y soy expresión. Mucho más de lo que imaginas.

Con la misma seguridad de esa moda arrebatadora llegaba la primera salida de la colección primavera-verano 2018: una gabardina en beige con doble puño, doble cuello y canesú que marcaba la línea argumental de todo lo que vendría por detrás. Una sucesión de prendas en las que puedes escuchar ese diálogo que el diseñador quiere mantener siempre con el tejido. Porque ambos se entienden a la perfección. Por mucho que tu dibujes una idea, es el tejido el que, al final, decide caer de una forma u otra. Y Ulises no le fuerza.

No he querido titular la colección. Esta vez he creado un universo en el que busco la belleza en sí. La belleza de esa mujer segura de sí misma, que se transforma, que hace las prendas suyas. Siempre he entendido la moda al servicio de la mujer

JUEGO DE TEJIDOS TEXTURIZADOS Y LISOS

Si la mujer está por encima de la ropa, la comodidad es uno de los eslabones indispensables de la cadena. El otro, sin duda, la elegancia. Algo que Ulises Mérida consigue con esos tejidos a rayas que han ido uniendo, con distintas longitudes y colores, para acabar formando la pieza.

Además, al diseñador toledano le gusta evolucionar. De ahí ese juego de materiales que empieza con tejidos muy texturizados –como el gazar de seda, el lino rústico, el lúrex envejecido o el piqué de algodón- y acaba con otros mucho más lisos, como el satén o el popelín.

Con una primera parte muy geométrica en la que reina el monocolor, se va llegando a otras en la que los colores empiezan a fundirse en piezas más fluidas. La mayoría de los tonos son muy claros, utilizando los blancos y beiges como la base de la colección, pero llegando hasta los naranjas, turquesas y marinos. Eso sí, no se mezclan nunca más de tres.

EL TRAPECIO ES LA ESTRELLA GEOMÉTRICA

Me gusta utilizar siluetas que ya he trabajado en algún momento para darles una vuelta de tuerca. No me gusta coger un patrón de la temporada pasada y descartarlo del todo

Los trapecios estructurados y fluidos se hacen oversized en esa búsqueda de nuevas siluetas que el diseñador quiere para esa moda perdurable en la que cree. Así, muchas de sus prendas son evolución de otras anteriores con líneas más trapezoidales –como las del magnífico pantalón palazzo turquesa-, mangas capa, juegos de doble cuello en las camisas o líneas evasé.

Inicio del desfile de Ulises Mérida. | Foto: GTRES.

Y las camisas se convierten en la it-prenda de la colección. Siempre blanca; seña de identidad de la casa. Además, esta vez han contado con Mirto para reinterpretar su afamada bettina en cinco modelos exclusivos de edición limitada y venta inmediata. Una prenda elaborada en popelín de algodón de alta calidad, que pretende convertirse en el icono y objeto de coleccionista.

Yo estoy totalmente a favor de que la clienta te pida la prenda y tú puedas ofrecérsela en ese momento; pero a veces, la infraestructura de la marca no te lo permite. Gracias a Mirto hemos podido hacer nuestra primera incursión en este see-now-buy-now

UNOS BOLSOS MUY SOSTENIBLES

Para los accesorios, el diseñador ha querido colaborar con otras marcas, pues entiende que le da riqueza y presencia a su colección. La joyería siempre en oro blanco y diamantes diseñada por Navas Joyero, mientras que los zapatos, son un modelo propio de Serena Whitehaven en el que, de nuevo, ha jugado con los materiales: ante y charol metalizado.

Pero, sin duda, son los bolsos los que captan tu atención. De piel y serraje, todos ellos llevan un acabado en madera de nogal proveniente de bosques españoles y sostenibles, obra de la firma Woodna.

UN MAQUILLAJE (CASI) INVISIBLE

Ulises Mérida ha querido prescindir, casi al completo, del maquillaje. Muy sencillo y natural, el objetivo del diseñador es elevar a la mujer por encima de todo lo demás. Y es que, como el mismo afirma, “mi discurso es siéntete bella, siéntete guapa, siéntete segura”.