El fin del verano va llegando y poco a poco nos adentramos en lo que llamamos entretiempo, esos días en los que parece que nos encontramos en un limbo entre la estación que se va y la que está por llegar, y en los que nunca sabemos qué ponernos. Las hojas de los árboles comienzan a caer y las temperaturas descienden, esto solo significa que ha llegado la hora del cambio de armario pero, antes de que eso suceda de forma definitiva, es el momento de aprovechar los últimos momentos de nuestras prendas favoritas, al menos por este año.
Por mucho que estemos ya en septiembre, nos negamos a dejar a un lado la comodidad de los vestidos veraniegos y es que no hay prenda más versátil y favorecedora, por eso son nuestros favoritos y la prenda estrella año tras año. Estamos ante un período de transición que es perfecto para seguir llevando alegres y vaporosos vestidos que, además, se presentan como la mejor opción para lucir tanto en la oficina como en un look de fin de semana. Es el momento de darles una segunda oportunidad gracias a estos trucos que aplican las que más saben de moda en la rentrée.
De las mañanas frías a las tardes de calor, todavía sofocante en algunas ciudades, los vestidos veraniegos se presentan como el imprescindible para llevar en septiembre combinadas con alguna que otra chaqueta o jersey ligero. Además, una de las características que tienen estas prendas en esta época del año es que combinan con todo tipo de calzado: de las alpargatas de esparto a las botas altas, sin olvidarnos de las zapatillas deportivas. Si no sabes cómo llevarlos, toma nota de estos tips para un look perfecto, digno de fashionista.
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1. El inicio de las capas: Puede que todavía no sea el momento de llevar numerosas capas pero sí el inicio. Las mañanas comienzan a refrescar por lo que necesitarás añadirle a tu vestido un cárdigan, una chaqueta vaquera o una blazer, por ejemplo. Esto le dará a tu look un toque más práctico para el día a día.
2. Con botas altas, combinación ganadora: Así es, esta combinación es la favorita entre las que más saben de moda y es que las botas altas son ese calzado que no puede estilizar más. De las planas de estilo amazona, a las cowboy o las botas de tacón, cualquier modelo combina a la perfección con un vestido veraniego.
3. La importancia de los accesorios: Los accesorios juegan un papel fundamental en cualquier look sin importar cuándo se lleve. En este caso serán imprescindibles para darle a tu look un toque mucho más otoñal como un cinturón en color marrón, un sombrero o un pañuelo al cuello.
4. Los colores, mejor otoñales: También entran en juego los colores del estilismo ya que serán los encargados de hacer que este se vea apropiado para la época del año, en este caso, a principios de otoño. Si bien el vestido tiene tonos muy veraniegos, haz que el resto del look sea en tonos marrones, tierra, verdes o burdeos, entre otros.