@marta_2r
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1 de 10 Chamonix (Francia). Suyo es el histórico Mont-Blanc y el título de haber sido la ciudad anfitriona de los primeros Juegos de Invierno en 1924.
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2 de 10 Whistler (British Columbia, Canadá). Gigantescas extensiones de nieve e inmensas bajadas caracterizan un paisaje que invita a la aventura constante.
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3 de 10 Gstaad (Suiza). Sus grandes casas de estilo alpino con los tejados repletos de nieve, sus emblemáticos hoteles y sus calles peatonales son el escondite perfecto para numerosas celebrities.
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4 de 10 Baqueira-Beret (España). Lagos congelados e inmensos valles salpicados con ermitas e iglesias romanas que se rodean de miles de abetos y hayas para dejarnos una de las postales más bonitas del invierno.
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5 de 10 Niseko (Japón). En mitad de la Isla de Hokkaido, sus grandes espacios y sus aguas termales al aire libre no son rival para la luz rosada que irradian sus espectaculares atardeceres.
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6 de 10 Aspen (USA). La cuna del esquí en Estados Unidos se encuentra a trescientos kilómetros de Denver. Con una importante vida nocturna durante el invierno, esta exclusiva villa victoriana atrae a toda la jet set hollywoodiense.
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7 de 10 Cortina D’Ampezzo (Italia). En mitad de las Dolomitas y con más de ciento cuarenta pistas, para muchos es el lugar para esquiar más bello de Europa.
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8 de 10 Roza Jútor (Rusia). A tan solo 50 km del Mar Negro, esta tranquila estación de esquí albergó los Juegos de Invierno en 2014 y conserva una de las mejores vistas del Cáucaso Occidental.
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9 de 10 Val Thorens (Francia). El país galo esconde la mayor superficie esquiable del mundo, con un total de tres valles interconectados conocidos como Les Trois Vallées.
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10 de 10 Kitzbühel (Austria). Esta elegante pista acoge una de las carreras de descenso más legendarias del mundo, incluida en la Copa del Mundo de Esquí Andino.
Hay personas que añoran el verano desde que ponen un pie en septiembre. Y hay otras que celebran la llegada del invierno por todo lo alto. Para ellos, esquiar es más que un deporte, son las vacaciones perfectas y una forma de vida. El momento ideal para encontrarse con la naturaleza y convertir una escapada a la nieve en una experiencia única e irrepetible. Y estos son algunos de los destinos más exclusivos para conseguirlo.