Nunca antes una simple línea había transmitido tanto. Porque a fin de cuentas, se trata de eso: delgadas líneas que se unen y dan forma a ilustraciones minimalistas que muestran el cuerpo femenino de una mujer.
Mujeres delicadas. Porque delicadas son las ilustraciones de Frédéric Forest, ilustrador y diseñador francés, cuyo trabajo se ha hecho popular gracias a su cuenta de Instagram. Graduado en la parisina ENSCI – Les Ateliers (Escuela Nacional Superior de Céramica Industrial), Forest comenzó su andadura en el mundo del diseño cuando aún era un estudiante. Junto con el consultor de cuero Jocelyne Imbert, trabajó para importantes firmas de lujo como Cartier, para la que desarrolló proyectos de marroquinería. Tras esta experiencia inicial, el ilustrador dejó París para instalarse en Italia -concretamente en Montebelluna- donde bajo el ala de la firma deportiva Adidas comenzó a trabajar diseñando para su línea de gama alta.
Finalmente, y tras varias experiencias trabajando con diseñadores como Erwan y Ronan Bouroullec, Noé Duchaufour-Lawrance y Jean-Marie Massaud, en 2008 creó FRST junto con Clémentine Giaconia. Un estudio de diseño y arquitectura que es, actualmente, su forma de vida. Y aunque su trabajo diario consiste en diseñar muebles y objetos decorativos para locales comerciales y restaurantes privados, así como diseños de joyas, -entre las que destacan colaboraciones con Hermès-; el dibujo sigue siendo su pasatiempo favorito.
Prueba de ello son las numerosas fotografías que Frédéric comparte en su perfil personal de Instagram donde tiene más de 80.000 seguidores. Toda una locura de la que el artista aún se sorprende. “Nunca pensé dedicarme profesionalmente a mis dibujos. Pero Instagram ha supuesto una nueva parte en mi vida y ha conseguido que éstos hayan evolucionado a lo que son hoy día. Me encanta dibujar, siempre lo he hecho para desconectar. Gracias a Instagram, algo que siempre ha sido muy personal para mí está llegando a todo el mundo”.
En su perfil Forest muestra su lado más personal a través de bellas figuras femeninas cuyos cuerpos desnudos y sin rostro son definidos por finas y elegantes líneas. Dos, tres trazos como mucho, que muestran actitudes sensuales y muy provocativas, siempre en diseños ausentes de color. Porque Frédéric solo trabaja con el negro -en lápiz o pluma caligráfica-, dependiendo del estado de ánimo y como consecuencia de pintar por la noche. "Dibujo cuando todo el mundo está durmiendo, siempre cuando el teléfono está apagado y no hay correo electrónico. Es por eso que no uso colores, porque no puedo verlos muy bien".
En cuanto a la inspiración, el artista bebe de todo lo que le rodea. "Cualquier momento puede ser objeto de dibujo. Un olor, un sonido, alguien que te cruzas por la calle... Mis influencias están en la moda, la gastronomía, la música, la tipografía, la danza, la poesía, el color y la luz. Todas ellas me permiten expresar nuevos sentimientos y sugerir nuevas historias. Pero la fotografía es, probablemente, mi mayor influencia".
Su técnica es sencilla. El artista ve, dibuja y acto seguido piensa en otra cosa. Se centra en las líneas y en las formas y nunca -insiste- usa goma de borrar. "Dibujo como esquío, capturo la línea perfecta. Rara vez la consigues al principio, normalmente tienes que repetirlo una y otra vez hasta que, de repente, está ahí. Una línea que expresa todo lo que buscabas. Es un juego de entrenamiento para encontrar la quintaesencia". Una técnica sencilla pero práctica que, sin duda, ha conseguido que sus ilustraciones hayan cautivado a todo el mundo.
Y aunque el artista también dibuja elementos naturales –debido a que se crió en Los Alpes rodeado de ésta-, han sido sus retratos femeninos los que le han otorgado su fama. Un éxito que ha traspasado las barreras del papel y que ha llevado a muchos de sus seguidores a tatuarse –sí, tatuarse-, sus dibujos. Una bonita manera de hacer eterno su arte y que tiene al artista totalmente sorprendido. "Estoy entusiasmado con ese mundo. Hay más de 1.000 tatuajes de mis dibujos. Por ejemplo, un hombre se ha tatuado hasta cuadro de ellos... ¡Es una locura!".
En cuanto a sus proyectos actuales, Frédéric Forest está trabajando en la creación de un sitio web donde poder vender sus propios dibujos y colaborando con el fotógrafo francés Quentin Simon, con el que está desarrollando un proyecto muy especial. "Estoy encantado de trabajar con Simon porque tiene un enfoque muy natural. Nos gustó mucho la idea de juntar nuestros trabajos y crear un diálogo en el que poder hablar de arquitectura y de viajes por España, por ejemplo". Además, se encuentra inmerso en la creación de un libro con sus diseños que, en un futuro, espera poder comercializar.