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    La terraza de THE HAT en Madrid (Calle Imperial, 9). El hostel para “viajeros inteligentes” esconde un secreto para los que suben a la quinta planta del edificio: su castiza azotea. En medio del barrio de La Latina, su invernadero de cristal no resta importancia a una de las vistas más típicas de la capital: sus irregulares tejados. Un lugar para dejarse ver y observar ese colorido atardecer que es propiedad indiscutible de Madrid. Mojitos, caipiriñas, tartas o quiches en una ligera carta que invita a perderse y recordar que ya llega el verano. | Foto: The Hat.

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    VELES E VENTS en Valencia (Muelle de la Aduana s/n). Este vanguardista edificio situado en el puerto valenciano reabre sus puertas gestionado por el grupo La Sucursal y la marca de cerveza Heineken. Una terraza frente al mar situada en la primera planta del edificio que aspira a convertirse, por su estética y su oferta gastronómica, en el punto de encuentro más creativo de la ciudad. Su cocina, basada en esa tendencia "beer work", apuesta por platos divertidos y tapas de autor. Además, pretenden recuperar la merienda a base de horchatas y limonadas. | Foto: Veles e Vents.

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    La terraza del Hotel MIDMOST de Barcelona (Carrer de Pelai, 14). Con una panorámica que aglutina el Castillo de Montjuïc, el Tibidabo, el Museo de Arte de Cataluña y la Torre Calatrava, esta azotea con piscina ha querido buscar esa pequeña terraza de una vivienda particular. De ambiente joven y relajado, se puede tomar una copa en sus bancos de madera rodeados de olivos y plantas aromáticas. Pura esencia del Mediterráneo. | Foto: Hotel Midmost.

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    NICE TO MEET YOU, RESTAURANT & LODGE en la planta 14 del Dear Hotel en Madrid, (C/ Gran Vía, 80). Con vistas de 360º en plena Gran Vía madrileña, aseguran tener una de las mejores puestas de sol de la capital. Nueva carta de coctelería e innovadoras propuestas en su menú, como el sabroso ceviche de corvina marinado con yuzu y pomelo. Champagne, combinados y música de los mejores DJ’s para la noche. | Foto: Dear Hotel.

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    El ROOFTOP del HOTEL EME en Sevilla ( C/Alemanes 27). Con vistas directas sobre la Catedral de Sevilla y la magnífica Giralda, esta sofisticada terraza ha conseguido que sus cócteles se conviertan en uno de los más populares de la ciudad. Y si no te lo crees, pide uno de sus refrescantes mojitos. Sus platos de autor se cocinan de forma tradicional pero vanguardista, que puedes probar en alguno de sus variados menús degustación. Desde su clásico pero resultón tartar de atún hasta su aspic de pepino y manzana con aceto de fruta pasión. | Foto: Hotel Eme.

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    PATIO en el Hotel Alexandra de Barcelona (C/Mallorca, 251). Una terraza escondida en pleno centro del ensanche barcelonés que ofrece la novedosa cocina del Restaurante Solomillo, con el chef Enrique Valentí a los fogones. Su renovado espacio exterior y el exuberante paisajismo repleto de vegetación ideado por José Farriols, dan la entrada a una original propuesta de carne al peso, -reinterpretación absoluta de las clásicas brasseries-, cócteles de autor y un amplio surtido de guarniciones. | Foto: Hotel Alexandra.

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    El jardín del HOTEL ORFILA en Madrid (C/ de Orfila, 6). Un rincón coqueto y refinado en medio de la capital que esconde un jardín repleto de flores y plantas para olvidarse, literalmente, del ruido. Su chef, Carlos Carpintero, respeta el producto en cada plato, con un espectacular huevo poché y unos deliciosos carabineros envueltos en yuca. Pero para que la experiencia sea completa, el maridaje lo propone el sumiller Borja Muñoz. El brunch es uno de los mejores planes de domingo en la ciudad, con un variado buffet de dulce y salado muy al estilo inglés. | Foto: Hotel Orfila.

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    La terraza de ROOM MUSEUM en Vigo (Av. Atlántida, 160). Una pequeña terraza a mitad de camino entre un “beach bar” y un espacio de diseño en plena costa gallega. Situada en el pasillo que nos conduce al Museo del Mar, su especialidad (por mucho mar que le rodee) es el teriyaki de presa ibérica ahumada o el tartar de lubina. Un lugar para cenar bien y disfrutar de Bouzas, uno de los barrios pesqueros más antiguos de Vigo. A fondo las Islas Cíes y como compañera la brisa marina del Atlántico. | Foto: Carlos Dopeso.

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    La terraza de ROBA ESTESA en Barcelona (Plaza de Sant Felip Neri). Un auténtico jardín urbano en pleno barrio Gótico barcelonés con una carta que reza "Burgers & Drinks", porque su propuesta se aleja de las clásicas cartas que solemos encontrar en todas las terrazas urbanas. Repleta de jazmines y con el amarillo característico de las tipuanas bajo tus pies, -se sitúa en la 4ª planta del edificio-, aquí se come carne y se beben deliciosos cócteles. | Foto: Roba Estesa.

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    La terraza con jardín del HOTEL RITZ de Madrid (Plaza de la Lealtad, 5). El palacio de la Belle Époque en el que este legendario hotel se sitúa, apenas se aprecia desde fuera, cuando uno llega caminando desde el Museo del Prado o el Paseo de Recoletos. Su frondoso jardín lo esconde. Y es en él donde se sitúa su terraza de verano, que abre cada día con las renovadas propuestas de la cocina del chef Jorge González, como el rollito de atún de Almadraba, relleno de aguacate, tomate asado y matices de ajo negro, y las más tradicionales, como su ya mítica fideua de bogavante gallego. Todas las noches su piano de cola ofrece música en directo y, los domingos, las reservas para su brunch se amontonan. | Foto: Hotel Ritz.

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    AROLA en el Hotel Arts de Barcelona (Carrer de la Marina, 19-21). El chef Sergi Arola combina su característica creatividad con los productos más tradicionales para reinterpretar esa cocina mediterránea que todos los países envidian. Con unas espectaculares vistas sobre el mar, los jueves son para los conciertos, -se llaman, “Las noches de Arola”-, y los domingos para el clásico vermut. Y, para el resto de noches, DJ’s y una animada barra. | Foto: Hotel Arts.

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    ÁTICO 11 la terraza del hotel Iberostar Las Letras de Madrid (C/ Gran Vía 11). El rooftop de este hotel en plena Gran Vía madrileña ofrece uno de los mejores atardeceres de la mujer. Su oferta gastronómica, que se renueva y estrena esta temporada, ofrece un verano que son, en realidad, tres veranos: un "verano en la playa" con calamarcitos fritos con mahonesa de lima y pimentón, un "verano montañés" con tartar de buey con huevo y cracker de pan negro y un "verano en Madrid" con hamburguesa de ternera de la sierra de Madrid con queso manchego y tomate seco como plato estrella. | Foto: Iberostar Las Letras.

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    La terraza de DE LUZ en Santander (C/ Ramón y Cajal, 18). A pocos minutos de la playa de El Sardinero, se sitúa este caserío restaurado, lleno de flores y con un césped impoluto. Bajo la sombra de su imponente magnolio se reúne lo más cool de la zona. Su cocina, siguiendo la filosofía "slow food", sirve por ejemplo el pescado fresco Milla Cero, -recién conseguido en la lonja santanderina-, y una sencilla ensalada de bogavante; productos típicos de la región que terminan con un delicioso café de comercio justo. | Foto: De Luz.

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    La terraza del HOTEL OMM en Barcelona (Carrer del Roselló, 265). Un cinco estrellas con piscina y zona chill out que te regala una de las mejores vistas sobre la Sagrada Familia. Por el día, el uso es exclusivo para los huéspedes, pero la noche trae actuaciones en directo, DJ’s, una barra de sushi por el Japonés (del Grupo Tragaluz), los helados de Rocambolesc y las tapas de Roca Bar para todo el que quiera probar una cocina que busca reinventar lo tradicional. | Foto: Hotel Omm.

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    La terraza del YANDIOLA en Bilbao (Plaza Arriquibar, 4). Situada en el último piso del emblemático edificio de La Alhóndiga, esta terraza se corona con una majestuosa cúpula que preside las noches más animadas de la ciudad. Su música chill out consigue el ambiente perfecto para una terraza con mobiliario de diseño en el que la madera de teca es la protagonista. Su sofisticada carta es un homenaje al producto de la zona, desde las alcachofas a la brasa hasta el jamón ibérico de bello o el pimiento verde de Gernika. | Foto: Yandiola.