Es el primer museo dedicado a los aromas y olores de Europa y está en España; más concretamente en Santa Cruz de la Salceda, un pueblo situado al sur de la provincia de Burgos y bañado por el Arroyo de la Nava.
Fundado en 2012,
el Museo de los Aromas ocupa el espacio en el que antiguamente estaban las escuelas del pueblo. Después de su restauración, el edificio reproduce una vivienda con sus diferentes habitaciones en las que
se propone a los visitantes que pongan a prueba su destreza reconociendo los distintos aromas que se encuentran en ellas.
Se trata de un museo sorprendente y
totalmente interactivo en el que el público va recorriendo todas las estancias de la casa, decoradas con objetos de la vida cotidiana, y en las que puede descubrir, reconocer y analizar olores de la cocina como el aceite, el vino, el café, los lácteos, las especias, las frutas, el chocolate o
la miel; además de otros que se encuentran (por lo general) en el baño, el dormitorio y el salón. Pueden ser perfumes, flores o plantas.
Entre los 92 aromas que hay en el museo se pueden descubrir los relacionados con la salud, los que sanan y los que nos enferman (pero que pueden llegar a ponernos mal cuerpo, como el del pescado podrido o el olor a pies); hay aromas que nos agradan porque nos traen recuerdos de la infancia o de lugares en los que fuimos felices y también malos olores o aromas del peligro, esos que nos desagradan.
Al ser el conocimiento de nuestra gastronomía parte fundamental de la cultura de un país, el Museo de los Aromas también nos ofrece una pequeña formación en el mundo de esos olores tan típicos como el aceite, el vino y el de los quesos de distintas variedades y lugares de España. Y hay otros museos dedicados al vino o al aceite, lo sabemos; pero es este museo el que ofrece una perspectiva general sobre el olfato en sí y que se acerca también a la ciencia; con estudios sobre percepción olfativa de productos alimentarios, su relación con el color y el mundo de
la aromaterapia.
El olfato es además, uno de los cinco sentidos que contribuye a reforzar la comunicación no verbal entre seres humanos, al actuar como una parte importante del mensaje (cómo olemos transforma y la forma en que somos percibidos, por ejemplo); puede ayudarnos a recordar, a saborear la comida y la bebida e incluso a trasladarnos a otro lugar (en este enlace descubrirás perfumes que te llevan de viaje). Asimismo, en el museo se puede aprender sobre la relación entre determinados tipo de nariz y la personalidad de quienes las poseen.
Nariz y personalidad están relacionadas.
El contenido científico que ofrece el museo contempla aspectos como la percepción olfativa o la relación entre el olfato y distintas situaciones de la vida cotidiana. En su investigación y desarrollo han colaborado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas
(CSIC), la
Red Olfativa Española, la Sociedad Española de Otorrinolaringología y numerosos especialistas en la materia.
También apoyan este proyecto los creadores de la ‘nariz artificial’ más pequeña del mundo, que está en el Hospital Neurológico Universitario Reina Sofía de Madrid, donde se practican pruebas con ella y se ha descubierto, que diez o quince años antes de que aparezcan enfermedades como el Parkison o el Alzheimer, lo primero que ocurre es que dejamos de oler.
Por su estratégica situación, en plena Ribera del Duero burgalesa, muy cerca de Aranda de Duero y a 90 kilómetros de Burgos, este original museo se ha convertido en un destino turístico para más de 100.000 visitantes que han pasado por él en estos cinco años. Entre ellos, alumnos de perfumería o farmacia, interesados en el mundo de la cosmética, enólogos o amantes de la gastronomía.
Fachada del Museo de los Aromas.
El museo facilita el acceso a personas con discapacidad, al estar adaptado a todos los públicos, e incluye señalética y cartelería informativa en escritura braille (cuenta con el apoyo de la ONCE). La visita se puede completar con otras experiencias gastronómicas o enoturísticas, de las que disfrutar en familia, en grupo o en pareja.
Todos tenemos "registrados" olores que nos retrotraen a la infancia (un guiso de la abuela, el perfume de tu madre, el olor a ropa blanca, el jazmín del jardín de la casa de vacaciones, etc.), ¿cuál es el tuyo?